"En la provisión de liquidez a nuestros contrapartes bancarios no podemos y no queremos subsidiar bancos inviables (...) no podemos y no queremos subsidiar gobiernos", dijo Draghi en una conferencia pronunciada en Amsterdam.
En este sentido, el banquero italiano reiteró que la intervención del BCE en el marco de su programa de compra de bonos soberanos (OMT) será "ex ante ilimitada" para garantizar su efectividad.
Por otro lado, Draghi admitió que la fragmentación existente en los mercados evita que la política monetaria "muy acomodaticia" del BCE se traslade completamente a las condiciones financieras que afrontan empresas y hogares en algunos países de la zona euro.
"Nuestras medidas heterodoxas de política monetaria tienen, de hecho, el desafío de retirar estos obstáculos para garantizar que nuestra política monetaria única alcanza efectivamente todas las partes de la zona euro", dijo Draghi. "Esto es crucial para cumplir nuestro mandato", añadió.
Los gobiernos deben hacer más
Asimismo, el presidente del BCE subrayó que "los problemas en el panorama económico de la eurozona siguen siendo grandes", por lo que instó a las autoridades de la región a adoptar "más acciones" y a mantener los esfuerzos acometidos.
La política monetaria únicamente puede evitar un desendeudamiento abrupto que condujera a un entorno de pánico y eso es lo que se ha hecho para impedir una espiral deflacionaria que hubiera impedido al BCE cumplir su mandato.
"La política monetaria puede soportar el progreso de las reformas salvaguardando la estabilidad de precios y anclando las expectativas de inflación, pero no puede reemplazar las acciones que otros actores, incluyendo el propio sector privado, deben tomar", dijo Draghi.
Otros bancos centrales
Por otro lado, el banquero italiano apuntó que, si bien en su marco de actuación la mayor parte de las medidas heterodoxas adoptadas por los distintos bancos centrales son "marcadamente similares", el BCE se enfrenta al desafío particular de operar en un entorno plurinacional, donde diecisiete países comparten una única política monetaria.
En este sentido, Draghi defendió que, "a diferencia de economías con una única autoridad fiscal, la eurozona comprende múltiples estados soberanos (...) no hay una manera sin controversia de definir la estructura de plazos de unos tipos sin riesgos".