España podría estar cerca del final del túnel, al menos en lo que respecta a las posibilidades de inversión de sus empresas. Ésa es la opinión de Francisco García Paramés, gestor de Bestinver, el fondo español más exitoso de las últimas dos décadas que este lunes, en Madrid, celebraba su XII Conferencia Anual de Inversores.
Con un 26% de paro y una previsión de crecimiento negativo para lo que queda de año, es complicado ser optimista. El propio Paramés ha admitido que en estos momentos se notan principalmente las consecuencias negativas del ajuste, despidos y caída de la actividad; pero que, al mismo tiempo, se están corrigiendo algunos de sus principales problemas. Así, poco a poco, se observa una "mejora en la competitividad" tras la reforma laboral, el "final de los ajustes del sector privado" y el "saneamiento" del sistema financiero.
Las palabras de Paramés tienen su importancia, especialmente desde la óptica de los inversores en las compañías españolas, tanto grandes como pequeños. No sólo es uno de los profesionales más respetados del sector, sino que en la última década ha conseguido batir de forma persistente tanto a los índices de referencia como a sus principales competidores. Su cartera internacional se ha revalorizado un 330% desde que hace 15 años abrió su gestora (frente al 32,9% del índice de referencia) y su cartera nacional ha conseguido un espectacular 1.648% desde 1993 (frente al 262% del Índice General de la Bolsa Española).
La 'marca España'
Desde la atalaya de su experiencia, el conocido como Warren Buffett español, ha ofrecido sus claves para los próximos años. Para empezar, sus inversores están preocupados por el impacto que puedan tener en sus ahorros las noticias que llegan de Chipre, la posible ruptura del euro o el rescate a España.
En este sentido, Paramés está más o menos tranquilo. Las compañías en las que invierte su gestora son grandes multinacionales que tienen una parte muy pequeña de su negocio en España o Portugal, incluso aunque alguno de estos sea su país de origen. Además, "pase lo que pase, ser propietario de activos reales [en este caso, acciones] es la mejor forma de estar protegido", tanto si se produce una vuelta a la peseta y ésta cae un 30% respecto al valor del euro como si las emisiones de moneda de los bancos centrales disparan la inflación, añade.
En lo que hace referencia a una posible solución chipriota de la crisis de otro país europeo, en Bestinver también apuntan a que "la ventaja de los fondos de inversión es que no están en el balance de los bancos", por lo que el impacto de un corralito es "cero", salvo que se produzcan expropiaciones.
Otra preocupación en lo que respecta a las empresas españolas reside en si éstas se verán afectadas por la devaluación de la tan manida marca España. Y en esto Paramés también es optimista. En su opinión, como inversor experto tanto en la bolsa nacional como en las extranjeras, el mercado sabe discriminar y conoce perfectamente la posición de las compañías. Por eso, marcas como Ferrovial, Inditex o Amadeus están en máximos, puesto que sus activos están fuera de España y mucho más de la mitad de sus ventas se producen fuera del territorio nacional. No es, por tanto, su origen el que dañará a las empresas sino su excesiva exposición a un mercado nacional que está en sus horas más bajas.