En declaraciones a Europa Press, fuentes sindicales han señalado que siguen a la espera de que la dirección de la empresa les convoque a una reunión para conocer con detalle la situación de Pescanova, así como las consecuencias que puedan tener sus problemas de liquidez para la plantilla o para la actividad de las factorías del grupo.
En cualquier caso, han afirmado que las comunicaciones recibidas por parte de la empresa inciden en la voluntad de la misma de no tomar medidas dramáticas con respecto al personal, como rebajas o congelación de sueldos, expedientes de regulación o algún tipo de bajas voluntarias incentivadas.
Lo que sí se está produciendo, según estas mismas fuentes, son traslados de trabajadores de una empresa a otra del grupo, unos movimientos que están contemplados en el convenio y que permiten esos traslados dentro de la misma provincia, "respetando la antigüedad y todas las condiciones laborales" del empleado.
Por contra, la CIG, que tiene representación minoritaria en los comités de empresa, ha denunciado que sí se ha planteado a los trabajadores una disminución o congelación de salarios, después de que, según este sindicato, los directivos de Pescanova se hubieran subido sus retribuciones en un 15%.