Los grandes gurús de la Bolsa, cuyas carteras ofrecen una alta rentabilidad a lo largo de muchos años, se rigen por una serie de principios esenciales, tales como diversificar las inversiones y comprar activos de muy alta calidad a bajo precio. Por su parte, los grandes fondos de deuda soberana también optan por la diversificación y la solidez de activos para minimizar el riesgo. Sin embargo, el Gobierno español, antes en manos del PSOE y ahora en manos del PP, desoye los criterios más básicos de inversión desde que estalló la crisis.
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, más conocido como la hucha de las pensiones, cerró el pasado año con un total de 63.008,57 millones de euros, equivalente al 5,93% del PIB, según el Informe sobre la Evolución, actuaciones y situación del Fondo de Reserva 2012 que ha presentado este jueves la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, al presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.
De dicho importe, 62.026,61 millones de euros -a precios de adquisición- están invertidos en activos financieros públicos, de los que el 97,46% se concentra en deuda soberana de España (58.535 millones en valor nominal) y tan sólo y un 2,54% en deuda de Alemania, Países Bajos y Francia (1.528 millones).
Así pues, tal y como avanzó Libre Mercado, casi la totalidad del Fondo está ya invertido en deuda pública nacional, cuya calidad crediticia se encuentra al borde del bono basura (triple B). Es decir, el Fondo se caracteriza por su nula diversificación y por concentrar la totalidad de su inversión en activos de muy alto riesgo, lo opuesto a lo que comúnmente se entiende como una gestión prudente y óptima. De hecho, curiosamente, los nuevos criterios de inversión por los que se rige el Fondo exigen comprar deuda extranjera "con la máxima calidad crediticia" (hasta un máximo del 55% de la cartera total), sin que ello afecte en absoluto a la deuda española.
En este sentido, cabe recordar que la hucha de las pensiones nació en el año 2000 con el objetivo de garantizar el pago puntual de las pensiones en caso de que el sistema de la Seguridad Social sufriera graves problemas económicos o financieros. De hecho, el Gobierno usó por primera vez este Fondo en 2012, retirando 7.003 millones de euros, para afrontar el pago de las prestaciones en momentos de fuertes tensiones de liquidez, como cuando se abonó la paga extra de Navidad.
A lo largo de 2012, el Gobierno adquirió casi 20.000 millones de euros en deuda pública española con el dinero procedente del vencimiento de bonos nacionales que ya tenía en cartera, los rendimientos obtenidos e incluso la venta de deuda extranjera. En concreto, el Fondo se desprendió de casi 4.100 millones de euros en bonos holandeses, franceses y alemanes, de la máxima calidad crediticia, para comprar deuda nacional, muy próxima al bono basura.
Esta particular estrategia, consistente en concentrar todos los activos del Fondo en la compra de deuda española, no es nueva. Desde que estalló la crisis, el Estado ha apostado por emplear la hucha de las pensiones para adquirir su propia deuda pública.
Así, mientras que en 2008 apenas el 55% del Fondo estaba invertido en deuda nacional y el 45% restante en extranjera, en 2009 se elevó al 76%, en 2010 al 88%, en 2011 al 90% y en 2012 el 97%. Desde 2008, se ha ido desprendiendo progresivamente de deuda extranjera (de alta calidad) para comprar deuda española (de baja calidad y, por tanto, con mayor riesgo de impago). Ahora, tan sólo el 2,5% de la cartera está invertido en bonos extranjeros: el 45,46% se encuentra depositado en deuda francesa, el 43,69% en deuda alemana y el 10,85% en deuda holandesa.
Báñez dice que no es "peligroso"
Pese a todo, Báñez ha asegurado este jueves que "para nada" es "peligroso" que el 97,46% del Fondo esté invertido en deuda española. "Precisamente, eso hace que su rentabilidad haya sido tan alta".
Durante el pasado año, la hucha arrojó una rentabilidad en términos anualizados del 4,2%, lo que se tradujo en unos rendimientos netos de 2.970 millones de euros -753 millones más que en 2011-, la cifra más alta de la serie. Sin embargo, en realidad, dicha rentabilidad es inferior a la obtenida en 2008 (4,71%), cuando la cartera estaba formada casi a partes iguales por deuda nacional y extranjera.
La rentabilidad obtenida en 2012 (2.970 millones) permitió recuperar el 42% de los 7.003 millones de euros utilizados para garantizar el pago de las prestaciones el pasado año. Ésta es la razón por la que el importe del Fondo en activos financieros haya bajado desde los 65.830 millones de euros en 2011 a los poco más de 62.000 millones el pasado año.