El Gobierno de Chipre levantará las actuales restricciones a la actividad de los casinos en el país y establecerá incentivos fiscales para los beneficios reinvertidos en la isla en el marco del paquete de medidas para reactivar la economía chipriota, después de que el rescate pactado con sus acreedores internacionales implique una drástica reducción de su sistema financiero.
Tras reunirse con los miembros de su Gobierno, el presidente chipriota, Nicos Anastasiades, indicó que este plan de reactivación económica será sometido a la aprobación parlamentaria en los próximos 15 días.
El impacto del rescate en la confianza de los inversores y depositantes supondrá un duro golpe para el sobredimensionado sector financiero chipriota, que multiplicaba por ocho el PIB del país, por lo que el programa del Gobierno buscará atraer inversiones internacionales mediante ventajas fiscales y financieras, así como con el levantamiento de la prohibición que impide operar a los casinos en Chipre. En declaraciones a la prensa, el presidente de Chipre señaló que esta batería de doce medidas están enfocadas "hacia el crecimiento y por el crecimiento".
Por otro lado, Anastasiades rechazó las acusaciones respecto a la posibilidad de que algunos familiares hubieran podido retirar su dinero antes del corralito al contar con información privilegiada. "Quiero dejar claro que nunca supe y nunca pude dar aviso para evitar este impuesto", aseveró el presidente chipriota.
De tres a seis meses
La idea es aplicar el programa en un plazo de tres a seis meses, explicó. Con este paquete, el Gobierno pretende desarrollar y favorecer la inversión extranjera, así como mejorar la situación de las poblaciones vulnerables, explicó Anastasiadis.
Agilizar la tramitación de proyectos de inversión, bajar la elevadísima factura de la luz, ofrecer exenciones fiscales a las empresas que reinviertan sus beneficios y recurrir a los fondos europeos para combatir el desempleo juvenil son algunas de las claves de este programa. El presidente aseguró que su proyecto no pasa por recortes salariales o de eliminación de empleo en el sector público, algo que aseguró no está sobre la mesa de negociación con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
El tiempo para elaborar un plan de ajuste apremia, pues el Gobierno se ha propuesto tenerlo listo hasta el próximo jueves, de cara a la reunión con la troika.