Este crecimiento en los tres últimos meses del año de la economía estadounidense, por encima del 0,1% previsto, se debió a la fuerte inversión y al gasto del consumidor.
Anteriormente, el Departamento de Comercio ya había revisado al 0,1% el dato preliminar publicado en enero, que recogía una contracción de la economía estadounidense de una décima.
Respecto al conjunto de 2012, el Gobierno confirmó que la economía estadounidense registró un incremento del PIB del 2,2%, cifra que está por encima del 1,8% de 2011, pero que es inferior al 2,4% de 2010.