Dice que el expresidente de Bankia le comentó que una fusión con Liberbank estaba "prácticamente finalizada" a finales de abril del pasado año. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha revelado que el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez le remitió un correo electrónico en el que aconsejaba la nacionalización de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, justo un día después de que Rodrigo Rato presentara su dimisión al frente del banco.
Así lo desvela De Guindos en su declaración escrita remitida al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, y a la que tuvo acceso Europa Press.
En concreto, el titular de Economía se refiere a la recomendación de Ordóñez de convertir de forma "voluntaria" las participaciones preferentes suscritas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en la matriz de Bankia, por importe de 4.465 millones de euros.
El correo, que contaba con un "documento adjunto" y fue remitido el 8 de mayo de 2012, ha sido aportado al juez del caso Bankia junto a la declaración escrita de De Guindos, según han informado a Europa Press en fuentes jurídicas. Las fuentes precisan que este escrito ha sido remitido por el ministro a Andreu "a lo largo de esta mañana".
De Guindos también revela que el antecesor de Luis María Linde le indicaba que la Dirección General de Supervisión había comunicado ya a BFA la "conveniencia" de que su consejo aprobara dicha petición de conversión voluntaria "esa misma semana", que concluía el 13 de mayo.
Fernández Ordóñez dijo ante el juez de la Audiencia Nacional que el organismo regulador planeaba restarle competencias al expresidente de Bankia Rodrigo Rato, cuando el Ministerio de Economía, dirigido por Luis de Guindos, le quitó "totalmente el control" de la situación.
Un plan sobre Bankia
"El Ministerio de Economía no solicitó ningún plan concreto. Nunca se presentó un plan de BFA-Bankia para su aprobación a Economía", enfatiza el ministro, quien no obstante afirma que el departamento que dirige "no es un mero observador" de lo que acaece en las entidades de crédito.
En este sentido, aboga por una "colaboración estrecha" entre el Banco de España y Economía, al tiempo que garantiza que el Gobierno "tenía y tiene" la obligación de conocer "en todo momento" la situación por la que atraviesa Bankia, más aún tras recibir fondos públicos de 4.465 millones a través de los préstamos concedidos a la matriz en participaciones preferentes convertibles y que se canjearon por acciones de la entidad en junio pasado.
El ministro además pone de manifiesto el carácter sistémico de Bankia, al tratarse por aquel momento de la cuarta entidad de España. "Cualquier duda sobre la solvencia afectaría a todo el sistema financiero, y, en definitiva, a la estabilidad económica, como posteriormente se comprobó", explica.
Evitar "dejación de funciones"
Por ello, avisa de que Economía hubiera incurrido en una "grave irresponsabilidad" y "dejación de sus funciones" si no hubiera seguido de cerca la situación de BFA-Bankia. Y defiende la labor del actual Gobierno para evitar que episodios como el del banco ahora nacionalizado vuelvan a repetirse, como con la creación de un marco de actuación que establece una distribución de funciones de supervisión que quedan bajo el Banco de España y las de reestructuración o resolución bajo el ámbito de actuación del FROB.
De Guindos recuerda la preocupación que mostraban todos los organismos internacionales ante la situación de "alarma" que se estaba generando, y que llegaba desde el FMI, el BCE, la CE, el Eurgogrupo y el G-20, lo que, a su juicio, denotaba la necesidad de actuar de "forma rápida, transparente y contundente" para devolver la confianza en el sector financiero español.
Más problemas de los previstos
En este punto, el titular de Economía incluso reconoce que la realidad de los problemas de Bankia era de una magnitud "incluso superior a la prevista". Y entre estos "más relevantes" sitúa la peculiaridad de Banco de Valencia, que era filial de la entidad en el momento de su salida a Bolsa en julio de 2011 y que el 21 de noviembre de ese año tuvo que ser intervenida por el Banco de España.
Además, asegura que la situación del banco ahora nacionalizado era "más compleja" que la contemplada en el plan presentado para cumplir con en el primer decreto sobre provisiones del Gobierno, y admite que su solución requería "necesariamente ir más allá". "La magnitud del riesgo inmobiliario al que hacía frente Bankia era, con diferencia, la mayor del sistema financiero español", indica.
Dentro de varias reuniones entre las autoridades, De Guindos desvela que Rato le visitó en "numerosas" ocasiones durante el mes de abril, en las cuales el expresidente de Bankia le presentó diversas operaciones de fusión, como la planteada con CaixaBank. Y asegura que al final de ese mes Rato le comentó que una de ellas estaba prácticamente finalizada, en alusión a Liberbank. "Aunque a los pocos días me confirmó (Rato) que la operación se había frustrado", aclara.
Tras las frustradas conversaciones de Rato para fusionar Bankia, el ministro asegura que el expresidente del banco ahora nacionalizado le transmitió su intención de corregir las "debilidades" en materia de gobierno corporativo de la entidad, la valoración de activos y nuevas necesidades de recapitalización.
No pidió la dimisión de Rato
En este último punto, Rato le indicó que solicitaría dinero adicional al FROB a parte de los 4.465 millones ya concedidos para asegurar la viabilidad futura de Bankia como entidad independiente. "En ningún momento solicité la salida de Rato", sentencia De Guindos en el escrito de su declaración, en la que sí que reconoce una "preocupación común" de los organismos internacionales y de los analistas financieros sobre la estructura de gobierno corporativo de Bankia.
El titular de Economía asegura que conoció la decisión de Rato de dimitir el mismo día que se hizo oficial, el 7 de mayo de 2012, por una llamada que le hizo personalmente esa mañana. "Desconozco las razones que le motivaron a presentar su dimisión", subraya, para después garantizar que Economía no pidió al nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, "ninguna reformulación" de las cuentas de Bankia.
Reuniones con Rato, Fainé, Botín y González
Tres días antes de la dimisión de Rato, De Guindos desvela que se reunió con el propio Rato, con los presidentes de Caixabank, Isidro Fainé, de Santander, Emilio Botín, y de BBVA, Francisco González.
Eso sí, enmarca estas conversaciones celebradas los días 4 y 6 de mayo del pasado año, en los "contacto habituales" para analizar el sector, la perspectivas de crédito y proyecciones de la economía en general, entre otras cuestiones.