Moscú ha expresado su indignación con el acuerdo de rescate pactado en la madrugada de este lunes entre Chipre y la troika que cuenta entre sus elementos clave con la imposición de fuertes pérdidas a los depósitos bancarios superiores a 100.000 euros, límite garantizado por la normativa bancaria de la eurozona, y que podría afectar masivamente a ciudadanos rusos.
"El robo de lo que ya ha sido robado continúa", afirmó el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, en declaraciones recogidas por medios rusos tras una reunión con funcionarios del Gobierno.
Rusia desestimó la semana pasada la petición de ayuda por parte del Gobierno chipriota, que buscó hasta el último momento en Moscú una alternativa a las duras condiciones impuestas por la troika.
Por su parte, el viceprimer ministro ruso, Igor Shuvalov, indicó que las pérdidas para los ahorradores rusos aún no estaban claras y subrayó que la filial chipriota del banco ruso VTB, controlado por el Estado, no se ve afectada por el acuerdo.
"Lo que está sucediendo es una buena señal para aquellos que estaban pensando en mover su capital hacia... bancos rusos", dijo. "Nuestros bancos son muy estables", apostilló Shuvalov.