El ministro de Finanzas chipriota, Mijalis Sarris, se ha reunido este sábado con una delegación de la troika para analizar la controvertida tasa a los depósitos bancarios y evaluar los acuerdos votados ayer en el Parlamento de Nicosia que forman parte del plan para resolver la crisis financiera.
Según informaciones de los medios locales, todavía no se ha fijado un horario para la salida a Bruselas del presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, y los líderes de los partidos, que tienen previsto discutir "in situ" con el Eurogrupo la polémica tasa.
En caso de alcanzarse un acuerdo, el Parlamento chipriota podría reunirse para la votación, lo que podría ocurrir esta misma noche o mañana, para cuando se prevé una nueva reunión del Eurogrupo, con participación del Fondo Monetario Internacional.
La troika ha exigido que el plan alternativo a la propuesta inicial del Eurogrupo, rechazada el pasado martes por el Parlamento chipriota, incluya una tasa a los depósitos.
El ministro de Finanzas chipriota ha confirmado este mismo sábado al canal de televisión griego Mega que se está hablando de un impuesto de hasta el 25 % a los depósitos superiores a 100.000 euros en el Cyprus Bank, el banco que ha quedado fuera de la reestructuración aprobada anoche por el Parlamento.
La Asamblea aprobó anoche una serie de leyes, entre las que figura la reestructuración del Laiki Bank, y su división en un banco "bueno" y uno "malo". Según informan algunos medios chipriotas, la troika ha presionado por que se aplique un impuesto del 25 % sobre el Cyprus Bank, pues de lo contrario este banco debería sufrir el mismo destino que el Laiki.
Entre las leyes aprobadas anoche en el Parlamento figura una que permite la restricción de movimientos de capitales, con el objetivo de evitar una fuga en el momento en que abran los bancos el martes.
Asimismo se aprobó la citada reestructuración del Laiki, así como la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad, al que se destinarán parte de las reservas de los fondos de pensiones y del seguro médico de los empleados públicos.
El fondo estará abierto a las donaciones de ciudadanos y empresas privadas, y podría incluir más adelante la oferta de la Iglesia de Chipre de hipotecar sus "inmensas propiedades" e incluso de posibles derivados financieros creados en base a las eventuales ganancias futuras de la extracción del gas.
El objetivo de lo que se ha conocido como "plan B" es reunir los 5.800 millones de euros que exige la troika a cambio del rescate de 10.000 millones de euros.