El "corralito" chipriota lejos de solucionarse se complica. De hecho, este jueves los bancos volverán a tener sus puertas cerradas y los cajeros continuarán sin disponer dinero, en una situación insostenible en el tiempo. Es sencillo, si abren las puertas todo el mundo sacaría su dinero y la banca de Chipre se colapsaría por falta de liquidez, si se mantienen cerrados, más pronto que tarde, la falta de dinero afectaría a la población que pierde el acceso a productos básicos.
El parlamento de Chipre no aprueba la tasa a los depósitos, pero el Eurogrupo se niega a cambiar su postura. ¿Quién podrá más? El desequilibrio, las necesidades y las pocas opciones de Chipre, hace pensar que se llegará a una solución "menos mala", que se castigue menos a los pequeños ahorradores pero que se mantenga esta tasa a los depósitos, a no ser que se quiera llegar a la bancarrota y la salida del euro.
En este entorno, alternativas como negociar un nuevo préstamo con Rusia no dejan de ser un parche. La cuantía del rescate, aunque sea relativamente pequeña (menos de lo que ha recibido Bankia) es muy importante respecto al peso económico de la isla mediterránea. Entregar 17.000 millones supone doblar de golpe el déficit Chipriota, por ello, se busca "recaudar" buena parte dentro del país (5.500 millones aproximadamente por depósitos y unos 1.500 millones subiendo el impuesto de sociedades) para que la aportación de fuera que computa como déficit se reduzca a 10.000 millones de euros. En España, o en Italia, un corralito no ha sido ni será necesario mientras que los ajustes se puedan hacer utilizando otras herramientas, como recorte de gastos o subidas de impuestos (IRPF, IVA, tasas...). El problema de Chipre es que ni subiendo el impuesto más relevante, como el de Sociedades, (y que tiene actualmente tasas de "paraíso fiscal") puede resolver la situación por lo que, no queda otra herramienta que castigar el ahorro si se quiere mantener en el euro.
El peor de los escenarios
Lo más probable es que se consolide lo que ya se lleva adelantando en las últimas horas, poner un límite (se habla de 20.000 euros) a las cuentas y depósitos a los que no se cobrará ninguna tasa, y se castigará a las imposiciones más altas. Se buscará que políticamente no haya claramente perdedores y ganadores, especialmente en los partidos chipriotas que tienen que "venderse" ante su población. ¿Y si no hay acuerdo? Se puede prolongar el "corralito" permitiendo pequeñas salidas de liquidez pero no eternamente. El Banco Central Europeo (BCE) dejará de dar liquidez al sistema y el Gobierno Chipriota dejaría de pagar su Deuda, acabaría decretando la bancarrota. Para salir de ella, habría que devaluar la moneda, y dentro del euro, esto es imposible, paso final... salir de la moneda única.
¿Cuál sería la consecuencia? Si tenemos en cuenta el peso de la economía de Chipre, en teoría, económicamente no sería trascendente (es apenas el 0,2% del PIB de la zona euro) pero el golpe para el euro sería casi mortal, con una pérdida de credibilidad (se acabaría la idea de que el euro es irreversible) y se contagiaría a todos los países con problemas. Por ello, las próximas horas son fundamentales, y el compromiso entre las partes, para llegar a un rescate que salve a la economía chipriota, castigando lo menos posible a los pequeños ahorradores es vital. Abróchense los cinturones, que vienen curvas.
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