El objetivo del Gobierno con esta fórmula es intentar primar a los inversores minoristas que adquirieron participaciones preferentes emitidas por la entidad gallega y la catalana.
Con este instrumento, los titulares de participaciones preferentes que las canjeen por títulos de Novagalicia Banco y Catalunya Banc recibirán un producto que podrá convertirse en líquido si así lo desean.
De este modo, se elimina la asimetría que estos inversores tenían con los preferentistas de Bankia, que pueden canjear estas participaciones por títulos de una entidad que cotiza en el mercado.
Proceso de arbitraje
El Gobierno es consciente de que ha habido mala comercialización de estos productos y deja claro que es un problema "absolutamente heredado", pero fuentes gubernamentales consultadas por Europa Press aseguran que se está dando respuesta a través de arbitrajes que han permitido salir a todos los que pueden demostrar que hubo una mala práctica con las preferentes y a través de su conversión en acciones.
Así, el Gobierno recuerda que muchas preferentes se colocaron en 2008 y 2009 en momentos en los que se dejaron de colocar entre inversores profesionales, su público natural, y se empezaron a colocar entre particulares, un público mucho menos natural de colocación.
En este marco, el Gobierno prevé crear una comisión en la que estarán todos los órganos relevantes y que supervisará todo el proceso en sí mismo.
A la hora de adoptar esta iniciativa, el Gobierno debe atenerse a lo establecido en la normativa de ayudas de Estado. "Dentro de ese marco nos tenemos que mover. El Gobierno intenta que, a partir del reconocimiento de los casos de comercialización no adecuada, esos valores se compensen", señalaron las mismas fuentes.