La deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó los 884.416 millones de euros en 2012, lo que equivale al 84,1% del PIB, su nivel más alto de la serie histórica, que arranca en 1995, según datos del Banco de España.
La deuda pública se incrementó un 8,2% en el cuarto trimestre en comparación con el trimestre anterior y un 20% en el conjunto del año, ya que en 2011 la deuda se situó en 736.468 millones de euros.
Por niveles de administración, la Central acumuló en 2012 un endeudamiento de 760.262 millones de euros, el equivalente al 72,3% del PIB, mientras que en las comunidades autónomas ascendía a 185.048 millones (17,6% del PIB), y a 41.967 millones de euros en los ayuntamientos (4% del PIB).
Además, subió en todas las comunidades. Los mayores incrementos los registraron Murcia (64,9%), Cantabria (58,7%) y Castilla-La Mancha (47,9%), mientras que los menores se los anotaron La Rioja (16,1%), Navarra (16,5%) y Galicia (17,3%).
En cualquier caso, la comunidad autónoma con mayor volumen de deuda en 2012 fue nuevamente Cataluña, con 50.948 millones de euros, cantidad que representa el 27,5% del total de la deuda acumulada en el conjunto de las comunidades. Detrás de Cataluña, se situó la Comunidad Valenciana (29.437 millones de euros) y Andalucía, cuya deuda ascendió a 20.544 millones de euros, situándose así por delante de Madrid (20.130 millones). Entre las cuatro acumulan el 65,4% del total del endeudamiento regional.
A continuación, figuran Castilla-La Mancha (10.190 millones), Galicia (8.228 millones), Castilla y León (7.586 millones de euros), País Vasco (7.204 millones), Baleares (5.776 millones), Canarias (4.753 millones), Murcia (4.628 millones) y Aragón (4.606 millones). Completan la lista Navarra (2.809 millones), Asturias (2.675 millones), Extremadura (2.436 millones), Cantabria (2.053 millones) y La Rioja (1.045 millones).
A pesar del incremento de 2012, la cifra final de deuda se ha quedado ligeramente por debajo de las previsiones del Gobierno, que esperaba que esta variable ascendiera al 85,3% del PIB en 2013. Para 2013, el Ejecutivo espera que la deuda escale al 90,5% del PIB.