En los últimos años, el coworking o, lo que es lo mismo, compartir un espacio en el que trabajar se ha puesto de moda en España. El éxito de esta opción se basa en la rentabilidad y el ahorro de costes para autónomos y emprendedores. En un año se ha incrementado considerablemente el número de empresas dedicadas a ofertar espacios de trabajo. Es el caso de Workplaza, un espacio profesional para las microempresas que no quieran hacer grandes inversiones en su lugar de trabajo.
Eduardo Núñez Lobato, consejero delegado de WorkPlaza, ofrece la posibilidad de tener una oficina en la céntrica calle Goya de Madrid por tan sólo un euro la hora. Este gaditano criado en Holanda cuenta en una entrevista a Libre Mercado cuáles son los fundamentos del coworking.
Pregunta: ¿En qué consiste el coworking?
Respuesta: Tiene varias definiciones, pero no está normalizado. La más fuerte lo define como una nueva forma de trabajar, crear sinergias y convertirse en una comunidad más fuerte. Ésta es una de las filosofías que a mí no me gustan.
Yo procedo de la gran empresa, donde se enfoca mucho crear un entorno de trabajo donde se busque la productividad de cada persona. Eso es lo que yo busco en Workplaza. Cada emprendedor, cada autónomo, cada empresa puede en este entorno ser eficiente, efectivo, flexible y creativo en su trabajo. Si después quiere colaborar con el resto de empresarios, perfecto, pero por ese orden.
¿Qué ofrece Workplaza?
Una ubicación inmejorable, estamos en la calle Goya. Además, tenemos mobiliario de primera calidad, nos enfocamos en buscar esa productividad y estamos estructurando cómo formalizar la colaboración entre los empresarios. El modelo de precios es también bastante distinto a otras oficinas de coworking. No queremos poner obstáculos al emprendimiento, por tanto no vamos a decir cuándo trabajar ni cómo.
Por eso somos un club: te afilias, pagas 25 euros al mes y vienes cuando te de la gana. A final de mes te pasamos la factura de tantas horas a un euro la hora. De esa forma damos la flexibilidad al profesional. Es como un club ingles, eres socio y puedes elegir cuándo venir.
Se dedica también a la enseñanza impartiendo clases en la UPM, ¿qué actitud tienen los alumnos ante el emprendimiento?
La figura del facility manager no es una carrera que esté desarrollada en España, lo que hay son pos grados que es de lo que yo imparto clase. Han seleccionado profesionales para impartir ciertas materias como es mi caso.
En España lo que hay es mucha ilusión. Me muevo de manera internacional y creo que en España tenemos un perfil muy alto de emprendedor, por lo menos en la mentalidad. Ésa es la cara bonita, pero tenemos unas instituciones y unos servicios tanto públicos como privados que dejan mucho que desear, que están muy lejos de la realidad de lo que necesitan los empresarios. Y emprender se convierte en una aventura muy arriesgada y eso crea mucha inseguridad.
Uno puede tener muy buenas ideas, pero por parámetros externos no poder llevarlas a cabo, y eso es muy lamentable. Veo que hay muchas personas con muchas ideas, con muchas ganas.
¿Qué le parece la 'tarifa plana' para los emprendedores menores de 30 años anunciada recientemente por Fátima Báñez?
Creo que esta ley es simple propaganda porque al final lo que piden es que pagues por algo que mejora la sociedad. Si tú emprendes ya te estás quitando del paro, estás haciendo una mejora a la sociedad, al país, y si encima puedes dar trabajo a otros, ¿por qué no te pagan a ti? Debería haber un margen para no cargar al emprendedor durante un tiempo. En Inglaterra pagan 20 euros al año.
Falta una visión más global. Luego está la banca, que en España es lamentable. Entiendo que son entidades privadas y tienen que tener beneficios, pero tienen que combinar esos beneficios con estar en disposición de la gente, del emprendimiento y de las pymes, que conforman el 90% del tejido empresarial español.
Nadie está haciendo nada con fundamento por ayudar a las pymes. Todas las medidas (reforma laboral...) están encaminadas a ayudar a las grandes empresas, que son menos del 10% del tejido empresarial español. Estamos muy vendidos, no se gobierna por servir sino por poder.
¿Qué perfil profesional tienen los socios de Workplaza?
Son todo tipo de empresas y autónomos. Tenemos distribuidores de aceite, couches, exportadores, psicólogos, hasta una funeraria. Tenemos pocas start ups.
Tenemos 34 puestos de trabajo disponible, tres salas de reunión, una sala de eventos, una de concentración y un salón para pensar. El ambiente no es tan rígido. Hoy por hoy somos 98 afiliados, podría ocurrir que se llenen y no tengamos sitios, pero en un año no ha pasado. No obstante, para prevenir que estén todos los puestos de trabajo ocupados vamos a crear una especie de zona de espera donde se pueda seguir trabajando.
¿En qué ayuda esta manera de trabajar al socio?
En la gran empresa hay facility manager, que es el que se encarga de crear el entorno de trabajo, es de donde procedo, y es lo que he querido simular aquí. El autónomo tiene una dirección postal, fiscal, servicio de reprografía y hasta de alquiler de coches. No quiero traspasar esa barrera de meterme en su forma de trabajar, lo que pretendo es que no haya nada externo que les pueda distraer en centrarse de lleno en el objeto de su empresa. Lo nuestro es crear el entorno de trabajo. Además, mejora la profesionalidad de cara a los clientes potenciales.
¿Workplaza es su primera experiencia empresarial?
Llevo toda la vida de un lado de la mesa a la otra, trabajando por cuenta propia y ajena. Lo de emprender creo que lo llevo en la sangre. De alguna forma siempre me ha gustado tener un negocio. No pienso en yates de 60 metros, pienso en tener un nivel de vida y la satisfacción está en conseguir montar un negocio y que funcione. Hay experiencias buenas y malas, pero es muy satisfactorio. Cuando lo pasas mal dices yo para qué me he metido en esto, pero la realidad es que hay algo que te llama desde dentro y logras conseguir la meta.
¿Por qué cree que en España se tiende a demonizar la figura del empresario?
Creo que ha habido, y te hablo como holandés, un grupo muy dividido: el trabajador y el empresario, derecha e izquierda, que es algo muy ficticio alimentado por intereses políticos, y esto es algo que en otros países no se ve. En otros países la figura del trabajador y la del empresario están mucho más integradas. Quizá por eso el trabajador mira al empresario como explotador, pero es algo cultural y político. A los dos sectores les interesa mantener el perfil y esa separación.
¿Qué considera fundamental para ser empresario y lograr hacerlo con éxito?
En España, hoy en día es necesario ser ambicioso e ignorante, porque hay muchos riesgos. La ambición es lógica, pero visto lo visto o tienes cierta ignorancia de cómo funciona todo realmente o no te lanzas nunca.