El futuro de las empresas españolas en Venezuela, tras la muerte de Hugo Chávez, pende de un hilo hasta que se conozcan las intenciones del gobierno que salga de las próximas elecciones. Entre las grandes compañías que operan en el país reina la preocupación, aunque son encasas las organizaciones que se atreven a mostrar su malestar abiertamente.
El economista de IE Business School, Juan Carlos Martínez Lázaro, considera que las empresas españolas ubicadas en Venezuela, aunque están cosechando beneficios, no se desenvuelven en un ambiente óptimo ya que sufren fuertes limitaciones y no pueden repartir dividendos.
Gigantes empresariales como BBVA, Repsol, Telefónica, Mapfre, Iberdrola, o Iberia tienen una gran presencia en el país, por eso, no es de extrañar que vayan a seguir muy de cerca el proceso de transición política de Venezuela. Pero cualquier futuro será mejor, o eso dicen algunos analistas. "Incluso si Nicolás Maduro vence en las próximas elecciones, los inversores y las empresas confían en que la muerte de Chávez podría relajar las políticas económicas intervencionistas y abrirlas al mercado", recoge la agencia Reuters.
Fue en 2007, tras el famoso ¿Por qué no te callas? del Rey a Chávez, cuando estas grandes compañías vivieron su peor momento. El presidente venezolano amenazó, en un primer lugar, con nacionalizar los bancos españoles (BBVA y Santander) si el Rey no le pedía disculpas. Días después, esta amenaza se extendió a todas las empresas españolas esta vez con la excusa de "si el Partido Popular ganaba las elecciones".
La situación de las multinacionales españolas
A la incertidumbre política hay que sumarle que las más de 120 empresas españolas que operan en Venezuela ya sufrieron un duro golpe el pasado mes de febrero con la devaluación del bolívar. Venezuela anunció una devaluación de la moneda local frente al dólar del 46,5%, que ha pasado de 4,3 a 6,3 bolívares.
- Telefónica: lidera el mercado de telefonía en Venezuela, donde ofrece servicios de telefonía móvil, fija, Internet Móvil y TV. Con la perdida de valor de la moneda nacional, la operadora calcula que perderá 630 millones de euros por los beneficios sin repatriar que tiene en Venezuela. En la actualidad el país le impide sacar 2.000 millones que, ahora, han visto mermado su valor.
- Banco Santander: buscando salir del regulado mercado venezolano, vendió sus activos al gobierno venezolano en 2008 después de que Chávez vetase su acuerdo para vendérselo a un inversor privado.
- Repsol: sigue confiando en el buen hacer de los gobernantes venezolanos. Ha realizado inversiones millonarias en proyectos en el país de en Venezuela y en 2010 firmó una joint venture con el gobierno de Chávez para desarrollar las reservas en el cinturón de Orinoco, uno de los mayores depósitos de hidrocarburos del mundo. "Mantendremos buenas relaciones comerciales con Venezuela", han dicho fuentes de la empresa.
- BBVA: se ha quejado durante años de no poder repatriar sus dividendos. Chávez amenazó con nacionalizarle una segunda vez "por no dar crédito suficiente a proyectos agrícolas".
- Iberia: para la aerolínea la situación en Venezuela no constituye todavía una preocupación. "Volamos a Venezuela como lo hacemos a muchos otros destinos y lo que sucede ahora mismo no nos ha afectado por lo que no estimamos ningún cambio en nuestras operaciones", dijo una fuente.
- Inditex: el castigo que sufrió Inditex la semana pasada fue el más escandaloso tras la devaluación del bolívar. El Gobierno venezolano penalizó a la compañía de Amancio Ortega con el cierre de todas las tiendas Zara del país durante tres días "por usura".