La segunda concentración de Iberia en el aeropuerto de Barajas ha vuelto a superar todas las expectativas e incluso ha contado con la participación de un gran número de pilotos, a pesar de que el SEPLA no se ha unido a la huelga. En esta ocasión, la policía había desplegado un gran dispositivo. Un total de 30 furgones custodiaban desde primera hora las puertas de la T4. Sin embargo, los trabajadores han optado por entrar a través del parking, por lo que era prácticamente inevitable impedir que sus protestas se extendiesen por los pasillos de la terminal.
Haciendo una hilera, los antidisturbios únicamente se han limitado a proteger las zonas de facturación, pero los alrededores han estado totalmente abarrotados durante las más de tres horas de concentración. En una de las zonas, los trabajadores han logrado incluso subirse a los mostradores para organizar una asamblea improvisada. Indignados por la indiferencia del consejero delegado de Iberia, que ha asegurado que a partir del 14 de marzo comenzará a enviar las cartas de despido, los manifestantes han ido cogiendo el micrófono para darse ánimos unos a otros. "Me quedan tres años para jubilarme –decía uno de los espontáneos- y lo que quiero es dejar un puesto de trabajo digno para todos vosotros".
"Iberia no se vende, Iberia se defiende", "Sí se puede" o "Iberia unida jamás será vencida" han sido las proclamas más repetidas junto con el ya tradicional "yo soy español". Gritos con los que los trabajadores han querido denunciar una vez más que la dirección de Iberia se esté plegando ante los intereses británicos. "No vamos a parar hasta que, si Dios quiere, se tengan que poner de cara en un juzgado a declarar los crímenes de la compañía, el expolio que han hecho". La amenaza de más huelgas ya está sobre la mesa y, aunque el Sindicato de Tripulantes de Cabina asegura que los días de Semana Santa no se van a tocar, el representante de UGT, Manuel Atienza, ya advierte a Iberia de que su actitud arrogante "puede dar lugar a lo que sea". "Cuando alguien te dice que le da igual lo que hagas porque te va a echar de todas maneras, puede que la respuesta sea: '¿sí? Pues vamos a verlo'".
El ruido ha sido tan ensordecedor, que los sindicatos han pedido a la dirección de Iberia que permitiese a los pocos trabajadores de las zonas de facturación que abandonasen los servicios mínimos, ya que, a su juicio, se estaban superando con creces los decibelios permitidos legalmente. Sin embargo, la compañía se ha opuesto y varios sindicalistas han asegurado que iban a presentar una denuncia.
Finalmente, tras más de tres horas de concentración, y cumpliendo el horario pactado, los trabajadores de Iberia han abandonado la T4 pasadas las tres de la tarde. Lo han hecho pacíficamente y, en esta ocasión, sin cargas policiales.