La deuda, las medidas para estimular el crecimiento y la inversión, y la llamada guerra de divisas centrarán este viernes y el sábado en la capital rusa la reunión de ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del G20. "No debe haber competencia en el terreno de la cotización de las divisas para la creación de unas condiciones más beneficiosas para sus economías", afirmó Antón Siluánov, ministro de Finanzas de Rusia, en rueda de prensa.
La guerra de divisas tiene un protagonista principal, Japón, que se ha granjeado un aluvión de críticas internacionales por su política monetaria expansiva para impulsar sus exportaciones y contrarrestar la deflación, que ha provocado la devaluación del yen. "Los colegas de Japón manifestarán su opinión. Nosotros les escucharemos y valoraremos la situación. No dudo que en el comunicado final los ministros abogarán por que siga siendo el mercado quien determine la cotizaciones de la moneda", dijo.
Siluánov subrayó que son las economías las que deben competir, no las divisas, y resaltó que el G20 se manifestará en contra de la "injerencia administrativa". Pese a que desde noviembre pasado el yen se ha depreciado un 25 y un 17 por ciento en relación con el euro y el dólar, respectivamente, el ministro de Finanzas nipón, Taro Aso, refutó las críticas de sus socios comerciales. En 2010, EEUU también fue criticado por desencadenar una fuerte depreciación del dólar con su política monetaria para afrontar el estancamiento económico y que llevó a otros países a prevenir la apreciación de sus divisas.
Esta misma semana los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los países del G7 (EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá, Italia y Japón) emitieron una declaración conjunta en la que expresaron su deseo de cooperar para evitar una depreciación artificial de las divisas. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, expresó su confianza en que el G20 asuma la declaración del G7 de que deben ser las fuerzas del mercado las que determinen los tipos de cambio de las divisas.
Críticas de Draghi y Weidmann
En este sentido, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha aprovechado la reunión del G20 en Moscú para criticar todo el "ruido" sobre la guerra de divisas y reiterar la política de la autoridad monetaria de la zona euro. "El ruido sobre divisas es inoportuno, infructuoso y autodestructivo", ha declarado, al tiempo que ha repetido que el BCE no considera que la tasa de cambio de divisas sea un objetivo de su política monetaria. Además, Draghi ha insistido en que el euro no está sobrevalorado, porque cotiza en torno a la media de largo plazo.
Por su parte, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, también ha comentado que una apreciación en el euro no es suficiente para justificar un recorte en los tipos y ha respaldado la opinión de Draghi de que el rally reciente en la moneda única se debe a factores económicos. La fortaleza del euro "es un factor entre muchos que determinan los tipos de interés", ha explicado, añadiendo que "bajo ningún contexto justificaremos cualquier decisión de la política monetaria con sólo un factor".
El G20, cuya cumbre se celebrará el 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo, es el foro de concertación económica más importante del mundo y representa cerca del 90% del PIB, el 80% del comercio y dos terceras partes de la población del planeta. En el marco de la cumbre, la OCDE presentará su informe anual sobre la economía mundial que incluirá recomendaciones para diferentes países con el fin de impulsar el crecimiento.