La entidad dirigida por José Ignacio Goirigolzarri ha fichado al banco asesor Rothschild para intermediar en la venta de las participadas cotizadas e intentar fijar unos precios razonables.
Bankia tiene que deshacerse de toda su cartera de participadas, también de las que no cotizan en bolsa, para cumplir con el plan de reestructuración que le aprobó Bruselas a finales de noviembre del año pasado.
El acuerdo supuso una ayuda pública de más de 22.000 millones de euros y obliga a Bankia a realizar ventas de activos por 50.000 millones. Las participadas, que ya están a valor de mercado, se enajenarán por cerca de 8.000 millones, según publica Expansión.
Desde hace unos meses todo está a la venta pero la actual situación de debilitamiento de la entidad en el mercado podría provocar que se abaratasen los precios en exceso. Por eso Bankia ha contratado a Rothschild para evitar tener que hacer grandes descuentos.
Entre los paquetes accionariales, que tienen un valor bursátil de unos 3.000 millones de euros, se encuentran Mapfre, Indra, NH Hoteles, IAG, Deoleo o Iberdrola, entre otros. "Los bancos de inversión llevan semanas acercándose a Bankia para ver cuándo decide soltar Iberdrola o Indra, entre otras", señalan las mismas fuentes a Expansión.
La entidad nacionalizada cuenta con cuatro años para terminar este proceso, en función del calendario pactado con la Comisión Europea. No obstante, las decisiones que ha tomado recientemente el grupo nacionalizado apuntan a que esta venta podría acelerarse.
Para este fin a contratado a Rothchild. La primera de las operaciones que se quieren llevar a cabo es la transmisión del 5,5% de Iberdrola, que actualmente vale cerca de 1.250 millones.