El Gobierno alemán discutirá el próximo miércoles en Consejo de Ministros una nueva legislación para el sistema bancario del país con la que pretende prevenir posibles nuevas crisis financieras y obligar a las entidades a tener más cuidado en la toma de riesgos, y que incluirá penas de cárcel para aquellos banqueros que incumplan la ley.
Según adelanta la prensa alemana, la nueva legislación, diseñada por el Ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, recoge que aquellos directivos que no cumplan la normativa en materia de operaciones financieras arriesgadas y supongan una amenaza para la entidad podrán ser condenados a una pena de no más de cinco años de prisión.
Asimismo, la propuesta del titular de Finanzas, que se desconoce si se podrá aprobar esta legislatura, recoge que los bancos seguirán siendo rescatados sin dinero público y los clientes estarán protegidos contra los riesgos que supongan comportamientos especulativos propios de la entidad.
En concreto, la propuesta del Gobierno obligará a los bancos a desarrollar planes de recuperación y de resolución que se aplicarán en caso de que atraviesen dificultades que pongan en peligro todo el sistema financiero. El objetivo de esta medida es estar mejor preparados para posibles emergencias y evitar que tenga consecuencias para los contribuyentes.
Asimismo, establecerá que los bancos deben externalizar sus negocios especulativos en una filial independiente en términos organizativos, legales y económicos en caso de que estas actividades supongan el 20% de sus activos o el volumen de las transacciones supere los 100 millones de euros.
El diario alemán Handlesblatt explica que la nueva legislación se basará en una variedad de normas nacionales e internacionales de los mercados financieros que se introdujeron después de la crisis de 2008 y supone el cumplimiento de la promesa del G-20 de que no haya mercado, actor o producto sin supervisión ni control.
"Hemos descubierto que existe un cierto vacío normativo, queremos cerrarlo", afirmó un alto funcionario del gobierno de Alemania, país en el que no ha sido condenado ningún banquero por la Justicia desde que estalló la crisis financiera.