"Aunque este 2013 será duro en España, tenemos la confianza de que estamos cerca de un cambio de ciclo". Con estas palabras, Emilio Botín ha cerrado esta mañana su intervención durante la presentación de resultados del año 2012 del Grupo Santander.
El banquero cántabro se ha mostrado extraordinariamente optimista. Y no sólo en lo que hace referencia a su entidad, algo habitual en estas comparecencias. Botín ha querido dedicar la parte final de su discurso a la situación político-económica en nuestro país. Su diagnóstico destaca en un momento en el que los expertos se dividen entre aquellos que ven los primeros brotes verdes y los que piensan que aún queda mucho para tocar fondo. El presidente del Santander se alinea con los primeros: "Estamos convencidos de que iremos de menos a más".
Respaldo al Gobierno
Botín no suele mojarse demasiado en cuestiones políticas, pero en esta ocasión ha sido muy claro y ha ofrecido un decidido respaldo a las medidas tomadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy: "España estuvo en el foco de la crisis durante los meses centrales de 2012. Esto ha cambiado, gracias a los evidentes avances en la corrección de los desequilibrios y a las reformas emprendidas por el Gobierno".
Es más, el presidente del Santander ha apoyado de forma expresa las tres grandes reformas emprendidas en el último año: laboral –"profunda y que dota de más flexibilidad a las empresas", presupuestaria "el déficit público se ha reducido de forma importante y el marco institucional es mucho más exigente" y financiera- "ha entrado en su fase definitiva y se han enfrentado con decisión los problemas".
Por todo esto, Botín se ha mostrado convencido de que "se están sentando las bases de una Europa más fuerte y de una España más sólida y competitiva". En este sentido, ha apuntado que "la evolución de los mercados en estas últimas semanas así lo confirma", con una prima de riesgo que "sigue bajando" y en la recuperación de la inversión de los extranjeros: "Están comprando deuda, entra dinero en bolsa e invierten en empresas e inmuebles.
Banesto y la integración
Desde el punto de vista del funcionamiento interno de su organización, la cuestión estrella de la rueda de prensa era sin duda la anunciada integración de todas las marcas del Grupo en España. Banesto y Banif (la banca privada) pasarán a integrarse bajo la marca Santander. Desde que se conoció esta operación, han surgido dudas sobre cómo afectará a la red de oficinas y a los empleados de la entidad.
Botín, que en el pasado siempre negó que fueran a fusionarse las marcas, ha explicado su cambio de opinión con sencillez: "Cada día tiene su afán. La estrategia de dos redes comerciales distintas tenía sentido en el pasado y en un entorno económico distinto". En cualquier caso, ha asegurado que con esta operación reforzará la "marca más potente de España y cuarta a nivel internacional".
Posteriormente, y a preguntas de los periodistas, Botín y Sáenz han asegurado que no está previsto "ningún plan de bajas forzadas". Tras el acuerdo alcanzado con los sindicatos para un plan a tres años, el objetivo es utilizar las bajas naturales de una entidad tan grande (jubilaciones, salidas hacia otras entidades,...). Y si acaso, han puntualizado, al final del proceso, "podría haber alguna prejubilación".
Jubilación y desahucios
Por otra parte, el presidente del Banco Santander ha descartado que vaya a haber cambios en la cúpula de la entidad. Es más, ha asegurado que tanto él, a sus 78 años, como su "número dos", Alfredo Sáenz, están "a pleno rendimiento". Botín ha recordado que en la última junta, el 98% de los accionistas del banco apoyó la gestión de la entidad. Ante la atenta mirada de Sáenz, que supera los 70, ha destacado que "la experiencia es un grado", especialmente en estos momentos de dificultad y si hay un consejo de administración con experiencia, ese es el de Santander, ha añadido.
Por último, Emilio Botín también ha querido comentar las últimas novedades sobre un tema muy polémico: los desahucios y los cambios en la ley que ha aprobado el Gobierno. No parece que al presidente del Santander le haya hecho demasiada gracia lo anunciado esta misma semana en el Congreso de los Diputados. De hecho, ha repetido en varias ocasiones que "el sistema funciona". En su opinión, "la cultura de pago de los españoles es muy buena. Espero que las medidas sean excepcionales y transitorias, porque el sistema está funcionando. El 97% de las hipotecas se pagan".
En este sentido, ha apuntado a que el sector ya está actuando para evitar las peores consecuencias de la crisis y ha afirmado que su entidad, hasta 2012, ha renegociado al menos 22.000 hipotecas de clientes que tenían dificultades para hacer frente a los pagos: "En el Santander lo tenemos muy claro el desahucio es la última y peor opción para todos: para nuestros clientes y también para el banco".