La cifra de negocio anual alcanzó los 81.698 millones de dólares (60.213 millones de euros), lo que representa un aumento del 19% con respecto al ejercicio 2011.
El grupo registró en el cuarto trimestre de 2012 un beneficio de 3.900 millones de dólares (2.874 millones de euros), un 2,9% menos que en el mismo periodo del año anterior, y sus ingresos alcanzaron los 22.302 millones de dólares (16.435 millones de euros), un 14% más.
"Nuestra prioridad en 2013 es resolver el problema de las baterías en los 787 y conseguir que los aviones vuelvan a surcar los cielos con seguridad para servir a nuestros clientes para su servicio", ha recalcado el presidente y consejero delegado de Boeing, Jim McNerney.
El fabricante, que dijo "no ver un gran impacto" en sus cuentas por los problemas de su avión estrella, conocido como Dreamliner, aseguró que mantiene su intención de aumentar la producción de sus aviones comerciales, hasta fabricar 10 aviones de este modelo a finales de año. De hecho, prevé entregar un mínimo de 60 Dreamliner en 2013.