A dos días de que arranque en Bruselas la crucial batalla de los Veintisiete para cuadrar sus cuentas de aquí a 2020, el presidente galo François Hollande defenderá ante la Eurocámara que se mantengan el gasto en agricultura y las ayudas regionales. La comparecencia del mandatario francés reabrirá un debate que en noviembre acabó en fracaso y en el que el Gobierno Rajoy batalla junto al socialista y contra el clamor pro-austeridad que llega de los países del Norte.
El discurso solemne que dirigirá el presidente François Hollande en la arena política europea, pero sin salir de casa (el pleno se celebrará en Estrasburgo), podría ser la ocasión para que el francés recupere el terreno perdido, no sólo en el debate sobre cómo y cuánto gastar, sino sobre una serie de asuntos en los que París ha perdido peso dentro de la UE.
Desde que el pasado mes de mayo Hollande llegara al Elíseo rebosando energía y enarbolando la bandera del crecimiento, su discurso ha ido perdiendo fuelle con cada derrota diplomática en Bruselas. La insistencia de Hollande en responder con llamadas a la "solidaridad" a la insistencia alemana por instaurar una Europa de cuentas claras basada en la disciplina y en la unión política le ha ido esquinando en el ajedrez político europeo. Tampoco en el mes de noviembre logró doblar el pulso al frente común de Suecia, Holanda y Alemania para defender sus números en el presupuesto comunitario.
Su discurso, y posterior debate con líderes políticos, ante el hemiciclo podría ser, por tanto, una ocasión para que el francés recupere terreno y responda también al desafío del Primer ministro británico David Cameron. La semana pasada, Hollande ya le advirtió que no habrá una "Europa a la carta" para Londres, mientras que Berlín tendió la mano a las negociaciones con los británicos.
Además, Hollande podría dar detalles del anunciado pacto con Alemania para profundizar en la integración europea.
"No desperdiciemos la ocasión"
En Bruselas, pese a lo distantes que están los Gobiernos de alcanzar un acuerdo sobre su presupuesto, y a pesar también de las continuas disputas entre instituciones comunitarias a causa del gasto de la futura Europa, se niegan a leer la última cumbre en clave de "fracaso". "La primera cumbre de presupuestos fue una buena ocasión para conocer las líneas rojas de cada una de las partes", argumentaba este martes el comisario de presupuesto, Janusz Lewandoski, tras haber visto su propuesta inicial mermada en varios miles de millones. Lewadoski, además, ha aprovechado su auditorio de diputados nacionales europeos para pedir que "no se desperdicie la ocasión" en la próxima cita de jefes de Estado y de Gobierno.
Con todo, el encargado de cuadrar las cuentas en la UE asume que el de 2014-2020 "podría ser el primer presupuesto más bajo que el anterior".