La 'auditoría' interna que UGT Andalucía se ha empeñado en maquillar para justificar el despido de 29 trabajadores de su estructura y liquidar el contrato de 130 contratados según el "Programa Orienta" revela que sólo la décima parte de sus ingresos procede de las cuotas de los afiliados y que el 90 por ciento restante procede de otras fuentes, sobre todo, subvenciones y ayudas públicas.
La auditoría, dada a conocer por la Sección Sindical de la propia UGT para denunciar su "maquillaje", refleja que el sindicato sólo cubre con las cuotas de sus afiliados -4.774.009,92 euros- el 10,5 por ciento de sus ingresos anuales, que en 2011 ascendieron a 45.241.862,51 euros. El grueso del dinero -39.984.317 euros- procede de las subvenciones, tanto finalistas para el desarrollo de programas como para sufragar la actividad sindical. Para hacerse una idea, téngase presente que 45 millones de euros equivale a 7.500 millones de pesetas, presupuesto muy superior al de la mayoría de las 50 empresas andaluzas más importantes por volumen de ventas y facturación.
En un documento de dicha auditoría publicado en El Mundo se revela que UGT-A tenía un saldo en cuentas corrientes de 20 millones antes de la presentación del ERE que pretendía despedir a 29 trabajadores de su estructura. El sindicato tenía un plazo fijo de 5,76 millones de euros. Tampoco renovó el contrato a 130 empleados adscritos al 'Programa Orienta'. La sección sindical de UGT denunció que la dirección había "maquillado" los resultados de su propia auditoría interna y que la situación de UGT no era de ruina, como parecía dar a entender en el informe enviado a sus trabajadores para explicar la decisión de despedirlos.
Según el documento, UGT de Andalucía tenía un saldo en cuentas corrientes de 14,36 millones de euros y depósitos a plazo fijo en los bancos por 5,76 millones de euros meses antes de presentar el Expediente de Regulación de Empleo que ha supuesto la salida de 29 trabajadores de la estructura del sindicato y de otros 130 empleados adscritos al 'Programa Orienta'.
Así consta en el informe interno de revisión de cuentas correspondientes al ejercicio 2011, cuando la organización que dirige Manuel Pastrana cerró con un beneficio de 825.908,36 euros. Esta cantidad se sumaba a los más de ocho millones de remanentes de años anteriores y elevaba los fondos propios hasta los 8,86 millones.
En paralelo, el saldo acumulado de UGT-A en sus cuentas corrientes era de 14.364.840,30 euros, mientras que en caja disponía de 8.107,21 euros en efectivo. En cuanto al pasivo corriente, el sindicato disponía de una línea de crédito por importe de 12.252.029,42 euros, que le acarreó gastos financieros por 196.381,16 euros, y mantenía deudas a corto plazo con bancos y cajas por importe de 238.376,83 euros.