La contracción de la economía de Reino Unido ha superado las previsiones del consenso de analistas, que auguraban una caída de una décima respecto al tercer trimestre como consecuencia de las duras condiciones invernales sobre la actividad tras desvanecerse el impulso de los Juegos Olímpicos.
En concreto, la actividad del sector industrial retrocedió un 1,8% en el cuarto trimestre, frente al alza del 0,7% en el tercer trimestre, mientras que la construcción creció un 0,3%, tras caer un 2,5% en los tres meses anteriores. Por su parte, el sector servicios se estancó, mientras que en el tercer trimestre creció un 1,2%.
Tras conocerse el dato, el ministro de Finanzas británico, George Osborne, indicó que las cifras del cuarto trimestre sirven de recordatorio de que Reino Unido se encuentra en una situación económica "muy difícil".
"Tenemos problemas en nuestra propia casa con la deuda acumulada durante años y problemas en el exterior con la eurozona, donde exportamos muchos de nuestros productos, inmersa en una profunda recesión", añadió en declaraciones recogidas por la cadena BBC.
"Podemos salir corriendo o plantar cara a los problemas y yo tengo la determinación de hacerles frente para que podamos generar empleos para los ciudadanos de este país", aseguró.
El Gobierno liderado por David Cameron recibió este jueves un toque de atención por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), después de que el economista jefe de la institución, Olivier Blanchard, recomendara al Ejecutivo británico un relajamiento de las medidas de auteridad en los presupuestos que presentará en marzo, algo que fue descartado por Osborne en su intervención ese mismo día en el Foro Económico Mundial al considerar que podría erosionar la credibilidad de Reino Unido.