Los ministros de Economía de la UE han autorizado este martes a España y a otros 10 países, entre ellos Francia, Alemania e Italia, a avanzar en solitario en la creación de una tasa a las transacciones financieras, cuyo objetivo es frenar la especulación y hacer que la banca asuma parte de los costes de la crisis.
Sólo Reino Unido, República Checa, Malta y Luxemburgo se han abstenido en la votación para poner en marcha esta cooperación reforzada, según fuentes europeas.
Según la propuesta original de la Comisión, que cubría a los 27 Estados miembros, la tasa gravará con un 0,1% las transacciones de todo tipo de instrumentos financieros, excepto los derivados a los que se les aplicaría un 0,01%. Ello permitiría recaudar 55.000 millones de euros al año, según los cálculos de Bruselas.
Pero el veto de Reino Unido, que alberga en Londres el principal centro financiero de la UE y sostiene que la tasa provocará una deslocalización de la industria bancaria, y otros Estados miembros ha obligado a emprender la vía de la cooperación reforzada. Se trata de la tercera vez que se usa este procedimiento, tras la legislación sobre divorcio y sobre patentes.
Los 11 países que han decidido avanzar en solitario son España, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Grecia, Eslovenia, Austria, Bélgica, Estonia y Eslovaquia. Una vez que el Ecofin ha dado su visto bueno a la cooperación reforzada, el Ejecutivo comunitario presentará su propuesta final sobre la tasa, que deberá ser aprobada por unanimidad por los participantes.