No todo son malas noticias en la economía española. De hecho, hay un dato clave que lleva meses mejorando a marchas forzadas y que el pasado mes de octubre alcanzó un récord histórico: la balanza comercial se ha situado en su mejor registro desde que se comenzaron a hacer este tipo de estadísticas en 1972. Tras seis años de crisis que parece que no acaba nunca, este dato sí puede interpretarse como un soplo de aire fresco, importante y significativo, que permite tener algo de optimismo en el futuro a medio plazo.
Este viernes, Jaime García-Legaz, secretario de Estado de Comercio, ha presentado en Madrid los datos de importaciones y exportaciones de las empresas españolas. Y lo ha hecho con un comprensible entusiasmo. Según las cuentas de su departamento, el déficit comercial acumulado hasta octubre alcanzó los 28.056 millones de euros. Es una cifra elevada (aproximadamente el 2,5% del PIB), pero que supone un descenso del 28,4% respecto al mismo período de 2011.
A estos datos se ha llegado con un aumento de las exportaciones del 4,2% (hasta el los 185.105 millones) y una caída de las importaciones del 1,6% (hasta los 213.161 millones). Esto nos ofrece una tasa de cobertura del 86,8% (4,9 puntos mejor que un año antes), la mejor cifra desde 1972. La tasa de cobertura es el porcentaje de importaciones que pueden pagarse con las exportaciones. Es decir, que las ventas de España al exterior están cerca de cubrir el coste de sus compras. Por establecer una comparación, en 2008, al comienzo de la crisis, esta tasa estaba en el 66%.
Cambio de tendencia
Esta evolución es lo que ha permitido reducir la dependencia de la economía española de la financiación exterior, hasta cambiar una tendencia. La balanza por cuenta corriente (que tiene en cuenta los servicios) está en positivo desde antes del verano y el saldo exterior (incluyendo las transferencias de capital) cambió de signo por primera vez en catorce años en agosto. Es decir, desde hace cinco meses, la economía española es ahorradora neta, no tiene que pedir dinero al extranjero para financiar su actividad.
Todos los expertos coinciden en que uno de los principales desequilibrios que tuvo España durante los años del boom económico fue su dependencia de la financiación extranjera: tanto el sector público como el privado acumularon montañas de deuda que ahora hay que pagar. Por eso es tan significativo que desde hace unos meses se esté consiguiendo aminorar este peso.
En lo que hace referencia a los datos de balanza comercial, García-Legaz ha apuntado que es "razonable" pensar que 2012 puede cerrarse con un déficit por debajo del 2% del PIB (unos 20.000 millones de euros), cuando hace cuatro o cinco ejercicios estaba por encima del 10%. Hay que tener en cuenta que España no ha tenido superávit comercial en las últimas cuatro décadas.
La alternativa
El secretario de Estado cree que la clave de estos datos reside en que "muchas empresas españolas han entendido" que la mejora de su facturación pasa "por vender fuera: la alternativa a la caída de ventas en España es salir al extranjero". Para ayudarles, ha celebrado la aprobación de la Línea ICO Internacional para 2013, dotada con 4.000 millones de euros, así como las iniciativas para facilitar los avales a las empresas exportadoras y la ventanilla única de internacionalización que ha puesto en marcha su departamento.
Por sectores, España sigue teniendo una losa en lo que hace referencia a la dependencia energética. Las compras de productos energéticos son el mayor capítulo de la tabla de las importaciones (24,6% del total), y siguen creciendo, hasta un 14% respecto al mismo período de 2011. En cambio, las importaciones no energéticas cayeron el 6% hasta octubre.
Con este panorama, el déficit energético subió el 17,4% interanual. Sin embargo, si no contamos este sector, España ya tendría un superávit de 10.777 millones (el año pasado, incluso sin contar la energía, el déficit habría alcanzado los 6.041 millones). García-Legaz ha destacado que este dato del superávit no energético es el mejor de la historia y que nunca se habían logrado números positivos en este apartado desde 1981.
En cuanto a las exportaciones, los principales sectores fueron los bienes de equipo, alimentos, productos químicos, automóviles y semimanufacturas.
Por zonas geográficas, el saldo comercial con la UE alcanzó un superávit de 9.331 millones, más del triple registrado entre enero y octubre de 2011, mientras que con la zona del euro, fue de 5.884,2 millones, frente a los 818,5 millones del año anterior. Asimismo, España registró saldos favorables con Francia (7.775 millones), Reino Unido (2.870,9 millones), Portugal (5.480,2 millones) e Italia (640 millones), entre otros países, y el saldo deficitario con Alemania se redujo el 56%. También aumentaron las exportaciones a África (31%), América Latina (18,5%), Asia (15,3%) y América del Norte (13,1%).