La crisis económica está afectando a un colectivo que hasta ahora parecía hacerle frente. Durante estos años, los comerciantes chinos que viven en España han intentado sortear la recesión con más horas de trabajo y dando ejemplo de esa cultura del esfuerzo que les caracteriza.
Los comercios chinos proliferaban a lo largo y ancho de nuestro país. Sin embargo, el recrudecimiento de la crisis, el aumento del paro y la consiguiente disminución del consumo están haciendo que esta tendencia cambie. Juan Carlos Zheng es el vicepresidente de la Asociación de Comercios de Alimentación Chinos en España y exdueño de una pequeña tienda de alimentación.
Zehng, que ahora es propietario de un bazar, lleva más de veinte años en nuestro país. Ha adoptado incluso un nombre de lo más español porque, según explica a Libre Mercado, su nombre chino es demasiado complicado. "Los chinos que quieren venir a España se lo piensan más y ya no lo hacen para montar negocios sino por turismo" alerta. "Los chinos nos hemos quedado en España para luchar con España, otros extranjeros se han marchado. Nosotros seguimos aquí", afirma. Pero Zheng cree que si la situación continúa empeorando en 2013 los chinos empezarán a marcharse de vuelta a su país de origen.
Este empresario chino considera engañoso que algunos medios de comunicación difundan que los chinos no sufren la crisis, ya que "vivimos en España y todos tenemos crisis", dice. "Los chinos trabajamos mucho porque la mayoría somos autónomos y no tenemos otra manera de salir adelante. Somos nuestros propios jefes y hay que seguir aguantando", añade.
Trabajar más cuando vienen mal dadas, como ahora, es la máxima del trabajador chino. El vicepresidente de la Asociación de Comercios de Alimentación Chinos cree que cada cultura tiene una relación con el trabajo diferente. Zheng reconoce que su cultura trabaja más horas, pero por el simple hecho de que casi todos son autónomos y trabajan por su propio negocio. Sin embargo, cree que no todos los chinos que están trabajando todo el día lo hacen de manera efectiva.
Existe otro punto central en su particular modelo de negocio: la financiación. La restricción del crédito por parte de los bancos tras el estallido de la burbuja no les afectaba especialmente. Dentro de su cultura, prestarse dinero es de lo más habitual. Pero esto parece que también está cambiando ya que, según reconoce, "hoy día, nadie tiene dinero y prestarse los unos a los otros es cada vez más difícil".
Su situación tras la 'Operación Emperador'
Desde que se produjo la Operación Emperador contra una trama mafiosa que desembocó en la detención de Gao Ping, varias asociaciones chinas han protestado por el trato al colectivo. La Asociación de Empresarios Chinos del Polígono Cobo Calleja asegura que, desde que el pasado 16 de octubre se descubriese la trama, se está produciendo "un fuerte rechazo por parte de la clientela española, no sólo en Cobo Calleja sino en el resto de tiendas chinas".
Incluso desde el Gobierno de China pidieron, recientemente, al Ejecutivo español que actuase para mejorar la imagen de la comunidad china tras la Operación Emperador. Zehng reconoce que "es un momento muy difícil para el colectivo chino. Lo de Gao Ping es un caso muy especial, pero no todos somos delincuentes". Alerta de que el caso de la trama hace que "algunos vecinos españoles tengan pensamientos distintos de los ciudadanos chinos y no se dan cuenta que no todos los chinos son así".
En concreto, cree que, tras la Operación Emperador y las informaciones que se están difundiendo, "los chinos que viven en China y que tienen mucho dinero empiezan a hacer inversiones en otros países y no en España, pero creo que con el tiempo estos temores y todo este ruido irá pasando", concluye.