La deuda de las entidades financieras españolas con el BCE se redujo en el mes de noviembre, hasta los 340.835 millones de euros, su tercer descenso mensual consecutivo tras acumular hasta agosto once máximos correlativos, según los datos del banco de España. La caída supone 766 millones menos que el importe contabilizado en octubre.
Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente.
Aún así, las dificultades de las entidades españolas para financiarse en el mercado interbancario se aprecian al constatar que el crédito solicitado por la banca española al instituto que preside Mario Draghi fue un 247,8% superior al registrado en noviembre de 2011 (97.970 millones).
Sin embargo, este crecimiento se ha ralentizado notablemente, pues llegó a multiplicarse por siete en julio, antes de que el Gobierno se viera obligado a solicitar a la UE una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para sanear la banca.