El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha creado un nuevo mecanismo de progresividad para la parte regulada del recibo de la luz que empezará a aplicarse el 1 de enero y que tiene como objetivo "incentivar el consumo responsable". Los usuarios con consumos superiores a la medida serán los más penalizados por los nuevos recargos, en los que el precio del kilovatio hora puede multiplicarse hasta por ocho.
Esta medida afectará principalmente al usuario doméstico de la luz. Dentro de la orden ministerial, los ayuntamientos y empresas (sin derecho a tarifa regulada, que son consumidores con potencias superiores a 10 kilovatios) tendrán un año de prórroga para no ser sancionados por no ir al mercado.
La medida y los nuevos términos de progresividad aparecen recogidos en la orden de peajes eléctricos para el primer trimestre de 2013, a la que ha tenido acceso Europa Press. Según la nueva escala de progresividad, los consumidores con potencias de hasta 7 kilovatios (kW) pueden pasar de pagar 0,00138 euros por kilovatio hora (kWh) en caso de los menores consumos a un 700% más, esto es, 0,01104 euros por KWh, en el tramo de mayor consumo.
En la memoria que acompaña a la orden ministerial se indica que el objetivo de los nuevos peajes progresivos es "establecer medidas que incentiven el consumo responsable de energía a través de la introducción de una progresividad en los precios de los peajes de acceso".
El coste económico será mayor para los usuarios con consumos superiores a la media, si bien el impacto para los hogares "no se prevé elevado", al tiempo que la medida "contribuirá a impulsar un consumo de energía eléctrica más responsable", señala Industria.
En todo caso, la orden ministerial congela los peajes eléctricos, como había anunciado el ministro José Manuel Soria, de forma que la revisión de la tarifa en enero dependerá únicamente del resultado de la subasta eléctrica del próximo 21 de diciembre. La previsible subida en esta puja tendrá un peso cercano al 50% sobre la tarifa final. Industria señala en la memoria económica que la subida "nula" de peajes no provocará "alteraciones sobre el IPC" ni "por tanto sobre la competitividad de la economía española".
Respiro a los ayuntamientos
Por otro lado, la orden ministerial vuelve a dar un año de plazo a los consumidores con potencias superiores a 10 kilovatios (kW) para la firma de un contrato de suministro en el mercado libre. Estos consumidores, generalmente administraciones públicas y empresas, disponían de plazo hasta el 31 de diciembre de este año para pasar al mercado libre si no querían exponerse a recargos cercanos al 20% en su recibo.
Esta exigencia se había convertido en un problema para algunas administraciones públicas, especialmente ayuntamientos, que se encuentran acuciados por la falta de recursos económicos y que tienen mucha dificultad para encontrar un suministrador eléctrico a precio competitivo.
El bono social, a la tarifa
Por otro lado, Industria ha recogido en sus previsiones de costes del sistema eléctrico las sentencias del Tribunal Supremo en las que se exime a las eléctricas de financiar el mecanismo del bono social. De esta forma, será los consumidores eléctricos, mediente la tarifa, los que costeen esta medida apoyo a colectivos vulnerables.
En concreto, Industria ha recogido un coste de 161 millones de euros imputable a la tarifa de 2012 relacionada con el bono social, así como de 187 millones de euros para el ejercicio 2013.