Los hijos de Ruiz-Mateos podrían seguir los pasos al expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y acabar en prisión. El motivo es el mismo que en el caso de Ferrán, el supuesto vaciamiento patrimonial del holding 'de la abeja' para evitar el pago de las deudas.
Al igual que en el caso de Marsans, el empresario valenciano Ángel de Cabo fue contratado hace un año por los Ruiz-Mateos para que salvara el patrimonio que pudiera y esquivara a los acreedores, cediéndole a cambio un 20% de lo liquidado. En concreto, De Cabo adquirió 75 firmas de Nueva Rumasa, a través de sociedades como Back in Business. Y ahora, esta operación, que se anunció el 9 de septiembre de 2011, está siendo investigada por la Audiencia Nacional por si pudo constituir un fraude con la finalidad de sustraer activos en contra los acreedores.
Según informa el diario el Economista, la Policía Nacional ya ha comprobado que la operativa en el caso de Marsans y Rumasa era la misma. Tanto es así que, durante el proceso, Ferrán cobraba un sueldo de 100.000 euros mesuales y los hijos de Ruiz-Mateos un total de 75.000. El padre, José María Ruiz-Mateos, ingresaba 15.000 euros y cada uno de los seis hijos varones otros 10.000 euros al mes.
En octubre, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía entregó en la Audiencia Nacional un informe realizado tras los registros en las casas y oficinas de la familia Ruiz-Mateos Rivero. En el documento se confirma la existencia de contratos predatados de venta de bienes a empresas de Ángel de Cabo y al extranjero para evitar que los acreedores pudieran cobrar las deudas. El 'modus operandi', idéntico. La Operación Abeja todavía sigue abierta.