La Justicia alemana investiga al copresidente de Deutsche Bank, Jürgen Fitschen, y a Stefan Krause, también miembro del comité ejecutivo, en relación con un caso de evasión de impuestos, informó hoy el banco alemán.
Deutsche Bank explicó hoy en un comunicado que "en relación con el proceso de investigación contra algunas personas que está en marcha desde la primavera de 2010 por la sospecha de evasión del impuesto sobre el volumen de ventas en la negociación de certificados de emisión de CO2, se produjeron hoy registros de la Fiscalía de Fráncfort en locales de Deutsche Bank".
En este contexto se investiga también a Fitschen y Krause porque firmaron la declaración del impuesto sobre el volumen de ventas de 2009 del banco, añade el texto.
Fitschen es copresidente de Deutsche Bank desde junio junto con Anshu Jain, en sustitución del suizo Josef Ackermann.
Deutsche Bank añade que corrigió voluntariamente desde hace tiempo esa declaración de impuestos y considera que la corrección se efectuó a tiempo a diferencia de lo que opina la Fiscalía. El banco asegura que sigue cooperando por completo con las autoridades.
La Justicia alemana presentó hoy orden de detención contra cinco empleados del Deutsche Bank después de que la Policía registrara las oficinas de la central del primer banco alemán por sospecha de blanqueo de dinero, encubrimiento y evasión fiscal.
Se trata de operaciones con certificados de derechos de emisión de CO2 que el Deutsche Bank liquidaba a través de una división propia, por los que no declaraba el impuesto sobre el volumen de facturación. La Fiscalía General de Fráncfort cifra los daños en 850 millones de euros.
Deutsche Bank, que ganó hasta septiembre 2.818 millones de euros, aparcó en este periodo 750 millones de euros para riesgos jurídicos y calcula actualmente que estos riesgos ascienden a 2.500 millones de euros.
La Fiscalía General del Estado de Hesse informó de que unos 500 funcionarios de la Oficina Federal de Investigación Criminal, de la Inspección Fiscal y de la Policía Federal registraron las oficinas de Deutsche Bank en Fráncfort, numerosas viviendas y otras oficinas en Berlín y Düsseldorf.
La Fiscalía General añadió que se investiga a 25 empleados por la sospecha de evasión fiscal grave, blanqueo de dinero e intento de encubrimiento. Además, se cree que los empleados de Deutsche Bank han ocultado pruebas a las autoridades de la investigación.
La Audiencia Provincial de Fráncfort condenó en diciembre de 2011 a seis hombres a penas de prisión después de que reconocieran haber evadido 230 millones de euros del impuesto sobre el volumen de ventas en operaciones con derechos de emisiones contaminantes de CO2.
En Alemania la negociación con esos certificados de derechos de emisión contaminante, que necesitan la mayor parte de las empresas, está gravada con el impuesto sobre el volumen de venta.
Los acusados vendían los certificados de derechos de emisión a través de una empresa tapadera, que se disolvía posteriormente y en el proceso de venta participaba una cadena de empresas difícil de seguir posteriormente. Desde el comienzo del proceso no se declaraba el impuesto sobre el volumen de ventas.