El presidente francés, François Hollande, advirtió el martes al presidente del grupo ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, que el Estado galo estudia nacionalizar los altos hornos de Florange (este del país), cuyo cierre parcial se plantea el mayor grupo siderúrgico del mundo por la caída de la demanda de acero.
El encuentro, que duró una hora, es el segundo entre el industrial indio y el jefe del Estado francés en menos de dos meses, sobre el futuro de la planta que emplea a 20.000 trabajadores. Antes del mismo, Hollande aseguró que la eventual nacionalización de la planta es uno de los asuntos que estarían encima de la mesa de la reunión.
ArcelorMittal, que anunció el cierre de parte de la planta, pretende deshacerse de las actividades de acero bruto, pero conservar las de transformación, que sirven de aprovisionamiento de las cadenas de montaje de grupos automovilísticos como PSA Peugeot Citroen, Mercedes, Volkswagen, BMW u Opel.
Hollande aseguró que el Gobierno quiere que se mantenga la actividad en "el conjunto de la planta" y garantizar su futuro. Mittal accedió a dar un plazo de dos meses al Gobierno para encontrar un comprador a la parte de acero pesado de la empresa, pero ningún inversor internacional parece interesado. Ante esa eventualidad, el ministro de Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, aseguró que el Gobierno estudia la nacionalización temporal de los altos hornos, porque resulta más sencillo vender el total de la planta que solo la parte de acero pesado.
Montebourg justificó esa medida en el hecho de que Mittal no había cumplido los compromisos en Francia adquiridos durante la compra de Arcelor en 2006. El ministro indicó que la nacionalización temporal de los altos hornos favorecería su venta completa a otro grupo, lo que garantizaría que no se cerrara la planta.