El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha avanzado que la recapitalización del sector financiero estará "perfectamente encauzada" a mediados de 2013, si bien ha advertido de que la "meta final" aún estará "lejos", en relación a que algunas grandes entidades, como podría ser Bankia, "no podrán ser recolocadas en cuestión de días".
"A mediados de 2013 los procesos (de reestructuración) estarán acabados o trazados. Y no habrá ninguna incertidumbre", ha afirmado en un encuentro organizado por el Club Siglo XXI. Linde ha matizado que algunos bancos, en referencia a Bankia aunque sin nombrar expresamente a esta entidad, necesitarán "más tiempo". "Habrá entidades que tengan que pasar por procesos complicados de reforma, reestructuración y reducción del tamaño del balance", ha remachado.
El gobernador ha admitido que "en un principio" se mostró "escéptico" ante la creación de un 'banco malo' en España, pero reconoce que Bruselas tenía "razón" a la hora de plantear esta solución para sanear la banca española. "Esta solución era conveniente y necesaria", ha reflexionado.
Problemas para la Sareb
Linde se ha referido a la "compleja" actividad de la Sareb, que gestionará unas 100.000 viviendas. "No es una gestión fácil, pero en España hay buenos gestores", ha confiado. "Habrá problemas, pero creo que en un plazo breve la Sareb estará funcionando", ha agregado.
El gobernador ha destacado el "esfuerzo" en provisiones realizado por la banca española entre 2007 y este año, y que ha cifrado en el 23% del PIB de 2011. "El español es uno de los sectores bancarios que mayores esfuerzos ha hecho y uno de los más conocidos en el mundo", ha sentenciado en alusión a las pruebas de resistencia sobre las entidades financieras de España.
"Ningún sistema bancario europeo se ha expuesto a un análisis tan detallado, completo y total como el español", ha reafirmado, para más tarde congratularse de que las necesidades de capital de hasta 53.745 millones de euros detectadas por Oliver Wyman son "importantes, pero no tan dramáticas". Aún así, ha reconocido que los problemas que atraviesa el sector financiero español son "graves".