Iberia ha propuesto a sus tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) un recorte salarial del 30% en largo radio y del 40% en corto y medio radio, que se aplicaría a partir de enero de 2013 con vistas a 2015, y cuyas medidas se acordarían en el proceso de negociación, según consta en la documentación que la compañía entregó a los sindicatos este lunes.
Este recorte contemplaría además una nueva estructura salarial, con el fin de incrementar los tiempos de permanencia en cada nivel y modificar los requisitos para el cambio, así como para suprimir los niveles superiores y establecer distintos topes salariales según flota y función. Con estas medidas la compañía pretende incrementar su productividad en un 20% de media, a la vez que contempla negociar determinados límites establecidos en el convenio para incrementar el número de días de ocupación y el cierre de las bases de Palma de Mallorca, Barcelona, Las Palmas y Tenerife.
De igual forma, insiste en que sobran 932 trabajadores e incide en la necesidad de desarrollar nuevas figuras de sobrecargo y TCP en función de la operación, junto a la disminución de los gastos asociados como los hoteles o el transporte.
Rechazo absoluto
Ante este planteamiento, fuentes sindicales han explicado a Europa Press que se trata de un plan "arrogante, radical y con nula visión social", solicitando a la aerolínea que se comprometa a no derivar el corto y medio radio a Vueling.
Asimismo, han considerado que se ha perdido el tiempo, ya que en 2011 la compañía ya pudo reducir capacidad, y se han mostrado partidarios de hacer "ciertos sacrificios", siempre y cuando se les garantice un plan "de futuro". En un comunicado, el sindicato de tripulantes de cabina Stavla ha mostrado su rechazo absoluto al plan, al considerar que se trata de la entrega de la empresa a Bristish Airways (BA) e incluso colocar sus condiciones por debajo de los operadores low cost abaratando el desmantelamiento de Iberia en favor de la compañía británica.