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Fruta, tatuajes, Coca-Cola...

Los últimos impuestos más absurdos del mundo

El Senado francés ha presentado una enmienda para gravar en un 300% la Nutella.

El afán recaudatorio de los gobernantes les lleva a veces a gravar cualquier cosa. Impuestos extraños, inútiles y extravagantes que se suman a los ya existentes y que engordan aún más las arcas de los estados. El diario alemán Handelsblatt ha hecho una lista con las últimas tasas más desconcertantes, desde impuestos sobre el chocolate, hasta gravar los tatuajes.

- La tasa Nutella: en Francia, consumir chocolate puede convertirse en un hábito solo para los bolsillos más pudientes. El Senado francés ha presentado una enmienda para gravar en un 300% el impuesto que se aplica a los productos que contienen aceite de palma (la famosa crema Nutella, las galletas y barritas de chocolate...). El objetivo, restringir el consumo de grasas saturadas, y de paso, recaudar 40 millones euros más.

- El 'impuesto a la gordura': hace unos meses Dinamarca se convirtió en el primer país que cuenta con un 'impuesto a la gordura'. El país escandinavo, que tiene ya impuestos sobre el azúcar, los chocolates y bebidas gaseosas, presume ahora de ser el primero del mundo en castigar las grasas. En concreto, Dinamarca ha empezado a gravar con 16 coronas (2,5 euros) el kilo de grasas saturadas.

- No a la fruta de máquina: el estado de California está concienciado con la salud de sus ciudadanos por eso aplicó una exención del IVA a la fruta fresca. Eso sí, si la fruta fresca la compras en una máquina expendedora pagas un 33% más en impuestos.

- El impuesto Coca-Cola: Italia ha sido el último país en plantearse introducir un nuevo impuesto a las bebidas alcohólicas que llevan azúcar y a los refrescos edulcorados. Dinamarca, Finlandia, Hungría o Francia ya cuentan con una legislación contra los azúcares.

- Fuera los tatuajes: ya se aplica en el Estado de Arkansas y supone un recargo del 6% a este servicio. La justificación, todavía es desconocida.

- ¿Un bagel en Nueva York?: si quiere disfrutar de un bollo bagel para desayunar ya puede hacerlo en otro estado porque en Nueva York puede volverse loco. El gobierno neoyorkino grava con 8 céntimos los panecillos bagels cortados en rebanadas y los bagels enteros que consuma en tienda. Para que el producto esté libre de impuestos hay que comprarlo sin rebanar y comerlo en casa.

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