El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros extraordinario celebrado este jueves la nueva regulación de la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) que empezará a operar a principios de diciembre.
El 'banco malo' dividirá sus activos en paquetes y dará ventajas fiscales con tipos similares a los de las sociedades de inversión colectiva para atraer inversores institucionales y profesionales cuya definición irá en función de la demanda.
"Para facilitar la entrada de inversores institucionales en lo que serían activos específicos como lo que es en posibles activos concretos en los que puedan tener interés diferencial, crearemos fondos fiduciarios en los que tendremos diferentes tipos de activos por su naturaleza y que se dirigirán también a inversores profesionales", ha adelantado el ministro de Economía, Luis de Guindos, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Gobierno ha aprobado este jueves el régimen jurídico del llamado 'banco malo', un "instrumento poderoso", según el ministro, para los bancos, "incluso más que las inyecciones de capital", ya que a él se transferirán los activos tóxicos de las entidades bancarias con problemas para que éstas se puedan dedicar a dar créditos y captar depósitos.
El ministro ha precisado que también se ha definido el régimen fiscal de la sociedad a través de la inclusión de una enmienda en el Real Decreto en la que consta la exención del impuesto de transmisiones patrimoniales desde las entidades a la Sareb y de ésta a los fondos. Se ha incluido la no sujeción de la plusvalía originada en las citadas transmisiones al impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.
Potenciar el mercado inmobiliario
El 'banco malo', que estará constituida antes del 1 de diciembre, ya está siendo presentado a inversores institucionales privados y, entre sus objetivos se encuentra facilitar el saneamiento de las entidades y dinamizar el mercado de la vivienda.
De Guindos ha explicado que se creará una sociedad anónima que será la propietaria de los activos tóxicos y que se encargará de gestionarlos. El Fondo de Reestructuración bancaria (FROB) será uno de los accionistas de esta sociedad, aunque poseerá menos del 50%, y el resto estará en manos de inversores institucionales. Para facilitar su entrada, se crearán los fondos fiduciarios que también irán dirigidos a inversores profesionales.
El 'banco malo' tendrá un tope de 90.000 millones de euros en activos, aunque el Gobierno espera que no se superen los 60.000 millones, pero todo dependerá del proceso de reestructuración de las entidades con problemas que ha sido remitido a Bruselas.
Aunque el ministro no ha especificado si se comenzarán a demoler pisos como ya adelantó el portal inmobiliario idealista.com, podría ser sólo cuestión de tiempo que el Gobierno español siguiese el ejemplo de Irlanda.
Dentro de los activos citados anteriormente, se incluye la totalidad del crédito promotor y engloba los activos problemáticos y los no problemáticos, la totalidad de los activos inmobiliarios adjudicados y las participaciones mayoritarias en sociedades inmobiliarias. Asimismo, se excluyen los préstamos que no superen los 150.000 euros y los adjudicados que no superen los 100.000 euros, ya que su inclusión supondría una gestión "más complicada" de la Sareb.
El ajuste de precios de transmisión de activos será cercano al 50% y se enmarcará en el 63% para inmuebles adjudicados y del 46% para el crédito promotor. Se espera que la rentabilidad media esté en el entorno del 15% y su vida sea de 15 años.
En cuanto al pasivo, se espera que el FROB posea menos del 50% y el resto permanezca en manos privadas. A cambio de los activos, la Sareb entregará a las entidades transferentes unos bonos que tendrán garantía del Tesoro y que serán descontables ante el Banco Central Europeo.
Los primeros años serán complicados
Preguntado sobre si el 'banco malo' tendrá algún coste para los contribuyentes, De Guindos ha confiado en que "no se pierda dinero", aunque en los primeros años de funcionamiento la Sareb sí que se anotará pérdidas, habida cuenta que serán "los más difíciles" por concentrar el traspaso de activos.
"Se tendrá una rentabilidad adecuada por el 45% de capital del FROB", ha asegurado el ministro, al recordar que el plan de negocio del 'banco malo' estima una rentabilidad cercana al 15% en los 15 años de vida de la sociedad.