Si existieran actas de las dos primeras reuniones de la comisión de expertos celebradas en Moncloa, fuentes gubernamentales aseguran que quedaría en evidencia que "el PSOE dice una cosa en privado y otra completamente diferente en público" a fin de demorar o acabar rechazando el acuerdo.
El tercer y último despacho se demoró una hora para arrancar a las siete y media de la tarde, de nuevo en uno de los edificios de Presidencia y en un ambiente de discreción. En el Ejecutivo empezaron a impacientarse, y a enfadarse, al leer en los medios digitales los nuevos impedimentos del lado socialista. "Parece que quieren escenificar una puja sin ton ni son porque no les interesa que, en plena huelga general, podamos llegar a un acuerdo", se quejaron.
El mayor problema volvía a estar en el capítulo del umbral relativo a los colectivos vulnerables que se podrán beneficiar del nuevo Código de Buenas Prácticas. Sin embargo, alrededor de la diez de la noche, fuentes de la negociación confirmaron a este diario que el PSOE apoyaba la propuesta del Ejecutivo; esto es, que se podrán acoger aquellas personas cuya renta no superen tres veces el IPREM (el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), lo que vendrían a ser unos 19.000 euros anuales. Además, el nuevo Código tendrá deferencia a determinados colectivos como ancianos, discapacitados, enfermos crónicos, familias numerosas e incluso solteros con bajos ingresos. Todos, evidentemente, estando desempleados. Estos colectivos tendrán una protección que permitirá paralizar los desahucios durante dos años y habrá una renegociación de las cláusulas con su entidad.
Desatascado este punto, el Ejecutivo se mostraba a última hora de la noche más optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo que, en todo caso, llegaría tarde. "Han traído un documento escrito y quieren ir punto por punto", desvelan las fuentes consultadas. Así, el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría no cierra la puerta, pero independientemente reitera que el jueves, a las diez de la mañana, el Consejo de Ministros aprobará un real decreto ley con medidas urgentes.
El Gobierno habla ya abiertamente de una estrategia política condicionada por la huelga general: "No quieren que se llegue a consenso hoy", dicen a las bravas. Y justifican esta idea en que tal y como se cerraron las negociaciones el martes "en dos horas" estaría cerrado el acuerdo.