Presidentes de Damm y Puig piden una fiscalidad más favorable para las empresas

Dos de los presidentes de las empresas españolas más internacionales, Demetrio Carceller (Damm) y Marc Puig (Grupo Puig), han pedido hoy al Gobierno una fiscalidad más favorable para las compañías que dan el salto al mercado exterior, dadas las dificultades actuales del mercado interior.

Carceller y Puig han expresado su preocupación por las políticas fiscales en España durante su participación en una mesa redonda sobre la internacionalización de la empresa familiar española, celebrada en el marco del XV Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

El primer ejecutivo del Grupo Puig ha animado al Gobierno que preside Mariano Rajoy a imitar al presidente francés, François Hollande, en su decisión de reducir las cotizaciones sociales del trabajo para reactivar la economía.

"Si Francia, que tiene un 10% de desempleo, ha tomado esta medida, por qué no lo hace España, con un 25% de paro", se ha preguntado Marc Puig, que considera que la economía española necesita un "plan de choque para ganar competitividad".

El gobierno de Hollande ha aprobado una reducción del 6% de las cotizaciones patronales sobre los sueldos de los empleados que ganan entre 1 y 2,5 veces el salario mínimo.

Marc Puig, que ha pedido también medidas que ayuden a las empresas extranjeras a invertir en España, se ha mostrado convencido de que el paro "sólo se resolverá" si se ayuda a las empresas a exportar.

Por su parte, el presidente de Damm ha echado también en falta un mayor apoyo financiero por parte de la administración pública española al proceso de internacionalización de las empresas.

"Hay una labor pendiente por parte de las administraciones públicas para asistir en los procesos de internacionalización financiándola", ha asegurado, tras subrayar que esta ayuda debe ir acompañada de una evaluación de los programas para cortar los recursos si no se cumplen los objetivos.

Este directivo ha lamentado que en la actualidad "se traslada a la carga fiscal el riesgo del negocio en el exterior" y ha defendido que España defina, de acuerdo con la normativa de la UE, la manera de introducir desgravaciones que reduzcan el coste de ese riesgo financiero, informa Efe.

Pese a esta visión más crítica y negativa de la situación de la economía española, los dos empresarios consideran que la 'marca España' merece ser impulsada, pese a que ahora ha dejado de ayudarles, todo lo contrario de lo que ocurría hace cinco años.