Los sindicatos con representación en Iberia, que se han reunido esta mañana con la dirección de la empresa, rechazan el programa de reestructuración presentado por la aerolínea, que incluye un ERE sobre 4.500 trabajadores. Al término de una reunión en la que no estuvieron presentes los principales directivos de la compañía, por encontrarse en Londres para asistir a la presentación de resultados y la jornada del inversor, el secretario federal del sector aéreo de UGT, Francisco Rodríguez, señaló que la empresa les ha transmitido que las medidas no son, en ningún caso, negociables. Por tanto, lo valoran como un plan "radical" que "merece una respuesta radical".
Rodríguez, que habló en representación de las tres organizaciones que integran el Consejo Económico y Social (UGT, CCOO y los pilotos del Sepla), tachó la propuesta de IAG de "trágala" y recordó que tiene que estar cerrada antes del 31 de enero de 2013. De hecho, el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, fijó esa fecha como plazo límite para "alcanzar un acuerdo". Si no, avanzó, se tomarán "decisiones más radicales que conllevarán mayores reducciones de capacidad y de empleo".
Fuentes sindicales presentes en la reunión aseguran que los despidos, incluso, podrían superar la cifra anunciada por la empresa, ya que se tienen en cuenta las "jornadas de trabajo equivalentes". Por ello, el número podría verse incrementado al incluir personal con reducciones de jornada o jornadas parciales. Tampoco se ha tenido en cuenta, según las organizaciones, el personal afectado por la segregación del negocio de mantenimiento.
La indemnización ofrecida por la empresa ascenderá a 20 días por año trabajado, tal y como dispone la ley desde la última reforma laboral. Por colectivos, en concreto, los despidos se repartirán entre los 3.031 trabajadores de tierra, 537 pilotos (un tercio de la plantilla de 1.500) y 932 tripulantes de cabina, según estas mismas fuentes. "Era el peor escenario previsto", remachan.
En cualquier caso, la reacción de los sindicatos será coordinada. CCOO, UGT y Sepla firmaron a principios de octubre una declaración conjunta en la que exigían un plan de viabilidad a la compañía y se comprometieron a unificar la acción sindical, de cara a futuras movilizaciones.