Repsol obtuvo un beneficio de 1.796 millones de euros en los nueve primeros meses del año pasado, un 5,5% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, anunció la compañía en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado de la compañía parte de una comparación entre ejercicios en la que se incluye YPF, intervenida en abril y expropiada en mayo por el Gobierno argentino, y habría sido positivo, con una mejoría del 4%, si no se tuviese en cuenta el cambio de valor de los inventarios y se realizase una comparación homogénea de esta variable.
El área de mayor crecimiento fue el upstream, donde el grupo mejoró la producción y realizó cinco nuevos descubrimientos, mientras que en downstream Repsol acusó una caída del 9% en la venta de carburantes, que lastró en 40 millones sus ganancias. Esta circunstancia deslució la mejora en el margen de refino tras la remodelación de las instalaciones de Cartagena y Bilbao.
Repsol destaca además su fortaleza financiera. La deuda se redujo en los nueve primeros meses del año en casi 1.900 millones, gracias en parte a la desconsolidación de YPF, mientras que la liquidez ronda los 8.500 millones y le permite responder a las exigencias de financiación.
El beneficio neto del tercer trimestre alcanzó los 760 millones de euros, un 36% superior al mismo trimestre del año anterior, cuando todavía se incluía YPF.