La crisis tiene su reflejo en todos los aspectos de la vida económica de un país. También en el día a día de las empresas y en las horas que los trabajadores pierden por diferentes causas. Este martes, la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) ha publicado su informe sobre las horas perdidas por los trabajadores españoles en el tercer trimestre y algunos datos son muy significativos.
Así, las horas perdidas a causa de huelgas y de ERE se han duplicado respecto al mismo período del año pasado. Mientras, las bajas por enfermedad o incapacidad temporal se reducen un 14,7%.
El tercer trimestre siempre es un poco especial en lo que hace referencia a este tipo de estadísticas, porque las vacaciones distorsionan algo los datos. Para eliminar este problema, los autores del informe no han tenido en cuenta los períodos de descanso en el cálculo de horas perdidas. Pero, además, entre julio y septiembre, se reducen mucho las horas perdidas por enfermedades profesionales, huelgas y otras cuestiones similares. Por eso, lo mejor es centrarse en las variaciones de año a año, más que en los números absolutos.
En este sentido, la principal causa de horas perdidas es la "enfermedad, accidente o incapacidad temporal". Según las cuentas del INE, unas 325.000 personas dejaron de trabajar en estos tres meses por alguna de estas causas. Es una cifra reducida, que lleva a pensar a que no recoge las bajas puntuales que no se oficializan (aquella persona que no acude un día al trabajo por una indisposición). Por eso, como decimos, lo más relevante es la comparación con lo ocurrido un año antes. Entre 2011 y 2012, el número de empleados que perdieron horas por esta causa se redujo el 14,7%.
La segunda cifra significativa es el enorme ascenso en el número de empleados que han perdido horas como consecuencia de un expediente de regulación de empleo (ERE): pasan de 18.400 a 36.900 trabajadores, más del doble. Aunque esto podría parecer una mala noticia, en realidad podría ser la otra cara de una realidad algo más positiva. Desde que se aprobó la reforma laboral, es mucho más sencillo para una empresa hacer ajustes sin llegar a los despidos: reducir horarios, ampliar el número de días libres a la semana... Según los últimos datos de la EPA, el paro en el tercer trimestre creció menos que en 2011, a pesar de que la caída del PIB fue superior.
El Gobierno cree que esto es consecuencia de la reforma laboral y encaja con los datos de horas perdidas por ERE. Ahora, las empresas tienen una herramienta que les permite reducir su producción y ahorrar costes sin llegar a la medida más extrema, el despido.
Por último, también es curioso el dato de horas perdidas por huelgas y conflictos laborales. Es pequeño en términos absolutos, apenas 3.100 trabajadores. Lo interesante es que son el doble que un año antes, aunque en aquel momento el ritmo de destrucción de empleo era superior.