De forma unánime, tal y como estaba previsto, los sindicatos han convocado para el 14 de noviembre una huelga general, coincidiendo de esta manera con las protestas que tendrán lugar en Portugal y "a la que se irán sumando otros países", según aseguró el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Tanto UGT como CCOO han llevado esta tarde su propuesta a la Cumbre Social, integrada por 150 organizaciones de izquierda de lo más variopinto, cumpliéndose así el último trámite de convocatoria.
Es la segunda huelga general que los sindicatos convocan contra el Gobierno de Mariano Rajoy en menos de un año de mandato. Pero esta vez quieren que sea diferente. "Tiene que ser más que un paro general de carácter laboral", dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez. Para ello pretenden "crear el clima para que se produzca un apoyo activo de la sociedad" y convertir así el 14-N en un "día de protesta general".
Cuentan esta vez con distintas asociaciones y colectivos, integrantes de la llamada Cumbre Social, para conseguir que el 14-N no fracase. Entre estas asociaciones están la Coordinadora de ONG para el desarrollo; la Federación de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (FELGTB); la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos; la Coordinadora Española para el lobby Europeo de Mujer (CELEM) o el Sindicato de Estudiantes, entre otros.
Según Méndez, el día de la huelga "los trabajadores cesarán en su actividad para crear las condiciones que nos permitan que los jóvenes encuentren empleo", y para Toxo es todo un "hito en la historia del sindicalismo europeo".
Y es que los dos líderes sindicales estuvieron muy optimistas durante la rueda de prensa ofrecida este viernes en Madrid. Al ser preguntados sobre qué esperan de esta huelga, a la vista de los nulos resultados que han tenido las anteriores, los dos coincidieron en señalar que "siempre, tarde o temprano, rinde sus frutos". Para Méndez "si luchas, puedes perder; pero si no luchas, estás perdido". Creen que tras el 14-N, Mariano Rajoy deberá cambiar radicalmente sus políticas o dar el paso de convocar el referéndum sobre los recortes que le exigen.
"Una huelga es una inversión de carácter social"
Tampoco consideran que sea mucho pedir a los ciudadanos, tal y como está la situación económica, perder un día de salario. "Una huelga es una inversión de carácter social", dijo Méndez, que añadió que le parece "sonrojante que se utilicen algunos argumentos de manual anti-huelga que nunca tendrían justificación".
"Los trabajadores con empleo la secundarán libremente o no", aseguró Méndez. La huelga "tiene un contenido solidario de primera magnitud y los que no trabajen que participen libremente y quienes quieran hacer la compra que la hagan el día después".
"Los liberados van a perder su salario"
Por su parte, Toxo añadió que "la huelga es un sacrificio que se le pide a la gente", pero que "ninguna huelga hará tanto daño como está haciendo la política económica del Gobierno". Además, aseguró que los liberados sindicales "van a perder su salario también como ha ocurrido siempre", y muy molesto concluyó: "¡Basta ya de contaminar!"
Asimismo, ambos líderes sindicales quisieron rechazar la idea de que esta huelga sea política o que la hayan hecho coincidir con las elecciones catalanas de una manera predeterminada. "Si tuviéramos que esperar a que no hubiera elecciones, no convocaríamos nunca una huelga", dijo Toxo. Y Méndez cerró la intervención puntualizando: "Nos encontramos como siempre. Luego dirán ciertos medios que la huelga ha erosionado la economía del país pero que a la vez ha sido un fracaso", concluyó.