El gráfico de esta semana representa los depósitos del sector privado en Argentina desde el año 1992 y Grecia desde el año 2001. Aunque, obviamente, son situaciones diferentes, he querido establecer una comparativa entre lo que sucedió durante el conocido corralito argentino a finales del año 2001 y la situación actual en el país heleno.
Argentina tuvo hasta enero del año 2002 un tipo de cambio fijo del peso frente al dólar de Estados Unidos en la relación 1 dólar por cada peso. Debido a que la fuga de capitales era importante y con el fin de evitar un colapso del sistema bancario, el Gobierno decidió establecer restricciones a la libre disposición de dinero en efectivo el día 3 de diciembre de 2001.
Este corralito se prolongó durante exactamente un año aunque, como indicaba antes, en enero de 2002 el Gobierno dictó una ley por la que todos los depósitos en moneda extranjera se convirtieron a 1,4 pesos por cada dólar. A partir de ese momento, la depreciación del peso fue constante y, al mes siguiente, el tipo de cambio era de 2,15 pesos por dólar y en junio llegaba a los 3,8. En la actualidad, la cotización del peso frente al dólar es de 4,7. Para más información sobre el corralito, recomiendo la lectura de un muy completo artículo en el blog de Marc Garrigasait, escrito por Sebastian Estevez.
Quiero hacer notar que aunque en el artículo y otras fuentes se indica que los depósitos a principios del año 2001 ascendían a unos 85.000 millones de dólares, se refieren a depósitos totales, tanto del sector público como del privado. En el gráfico expuesto sólo se representan los del sector privado debido a que, además de representar prácticamente un 90% del total, son exclusivamente de particulares.
Atendiendo a estos datos, el máximo se alcanzaba en febrero de 2001, con un montante total de 75.831 millones de dólares. Desde ese momento y hasta diciembre, el temor de la población a perder su dinero provocaba una fuga de capitales de 15.581 millones de dólares, lo que representa un 20,5% de caída respecto al máximo anteriormente indicado. A partir de entonces, la devaluación y posterior depreciación de la divisa hacían el resto, alcanzando un mínimo de 16.387 millones en junio de 2002.
Como es normal, la confianza se fue recuperando paulatinamente y el ahorro de la población, además de la inseguridad de mantener el dinero "bajo el colchón", ha provocado que el importe de los depósitos en los bancos se incremente. En cualquier caso, sólo en enero de este año, 11 años después, se recuperaba el nivel de aquél máximo.
En Grecia se produce en estos momentos una situación similar de retirada de depósitos bancarios, provocada por el miedo que tiene la gente de la salida del país de la zona euro, con la consiguiente devaluación de la nueva divisa que se adopte. Desde el máximo de 237.824 millones de euros en septiembre del año 2009, los particulares han retirado, hasta el último dato en agosto, 84.426 millones de euros, una caída en porcentaje incluso más fuerte que en Argentina, alcanzando un descenso del 35,5%.