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Juan Velarde

Una media no significativa

Mientras no se ofrezcan los modelos que han servido para estimar esas cifras, de unos y de otros, nada serio podemos asegurar.

Mientras no se ofrezcan los modelos que han servido para estimar esas cifras, de unos y de otros, nada serio podemos asegurar.

Ha causado una profunda impresión el pronóstico de nuestro PIB presentado por el FMI, que difiere del que, en la presentación del presupuesto para 2013, ofreció el Gobierno. También los pronósticos actuales del FMI difieren mucho de los que emitió en abril. Coinciden bastante, sin embargo, con los que habían emitido una serie de servicios de estudios españoles.

Peo he aquí que en The Economist del pasado día 6 aparecían, en la sección de promedios de previsión en octubre de 2012, para este año y para 2013, las cifras de nuestro PIB. Se calculan según los promedios obtenidos de una serie de veinte fundamentales instituciones económicas, todas y cada una de ellas preocupadas por lo que le puede suceder a la economía española. Las medias coinciden, aproximadamente (un -1’7% en 2012 y un -1’4% en 2013), con las cifras muy preocupantes que se separaban de las de nuestro Gobierno. Efectivamente, no se trataba de una diferencia pequeña. Este año sí se preveía en el documento presupuestario una caída del 1’5% en el PIB (en primavera la Comisión Europea consideraba que sería de -1’8%), pero para 2013 únicamente se prevé que ésta sea del 0’5%.

¿Quién acierta? Me ciño a los datos obtenidos por The Economist. Para 2012, la media se obtiene de las cifras facilitadas por esos veinte organismos, y oscilan entre el -3’0% y el -1’2%; para 2013 la oscilación es entre el -3’2% y el -0’3%. Una media con esas disparidades carece de significación, y más cuando quienes emiten esas cifras son entidades solventes; también es solvente el Ministerio de Hacienda.

Por otra parte, en El Economista del pasado día 12 aparecían nada menos que veintitrés pronósticos del PIB para 2013, y un añadido lateral de lo que consideran cuatro importantes maestros economistas germanos que ocurrirá el próximo año en España. Las oscilaciones van desde una subida, en enero de 2012, procedente del Banco de España, posteriormente rectificada por Malo de Molina, o un aumento del 0’3% de la CE en mayo de 2012, y del 0’2% del BBVA, a una caída del 2’3% en la estimación de Cemex. Tratar de obtener una media significativa carece absolutamente de sentido.

Mientras no se ofrezcan los modelos que han servido para estimar esas cifras, de unos y de otros, nada serio podemos asegurar, sobre todo para el año 2013. Las palabras de Luis de Guindos de que estas estimaciones, concretamente las del FMI, no estaban grabadas en bronce son las adecuadas. Tampoco lo están las de nuestros documentos presupuestarios.

Conformémonos, en este caso, y para 2013, con poca cosa, porque todo depende de las medidas que en España y en Europa se adopten. Lo demás es bastante flatus vocis.

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