La situación económica de Grecia sigue sin dar visos de mejora. Según el proyecto de Presupuestos presentado recientemente por el Gobierno de Atenas, el PIB heleno cerrará 2012 con una caída próxima al 6,5% y se seguirá contrayendo en 2013 (3,8%), acumulando así seis ejercicios consecutivos de decrecimiento.
A ello se suma la revisión a la baja del PIB en los años previos elaborada por la agencia nacional de estadísticas (Elstat). Según dicho organismos, la economía griega se contrajo un 4,9% en 2010 y un 7,1% en 2011, superando las estimaciones previas de un 3,5% y un 6,9%, respectivamente. De este modo, desde el estallido de la crisis de deuda, Grecia ha perdido casi el 23% de su riqueza nacional.
Los datos de PIB son, además, muy relevantes para determinar la sostenibilidad de la deuda pública helena bajo los dos planes de rescate aprobados hasta la fecha por la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-. Y es aquí, precisamente, donde el FMI lanza una nueva alarma. Así, pese a la sustancial quita (descuento) aplicada a los tenedores privados de deuda helena el pasado año, Grecia no logrará reducir su nivel de deuda hasta el 120% del PIB en 2020 tal y como exigía el segundo plan de rescate, según el propio FMI.
Grecia debería empezar a generar un superávit público primario (excluyendo el pago de intereses de deuda) próximo al 4,5% anual a partir de 2014 para lograr reducir su abultada deuda pública hasta el 120% del PIB en 2020. Sin embargo, el informe sobre previsiones económicas del FMI publicado el lunes retrasa la consecución de dicho superávit hasta 2016 (dos años más tarde de lo previsto), de forma que su deuda pasará del 183% del PIB en 2013 al 152,8% en 2017 -frente al objetivo del 137,3%-, un nivel todavía muy excesivo para alcanzar la meta del 120% en 2020.
El FMI advierte de que "una recesión más profunda de lo esperado y las desviaciones en la aplicación de las medidas fiscales complican, una vez más, la consecución de los ambiciosos objetivos de reducción del déficit", Por ello, el organismo recomienda a las autoridades comunitarias aplicar una nueva quita (descuento) sobre el valor nominal de la deuda helena, más allá de la aplicada el pasado año a los acreedores privados. La diferencia en este caso estriba en que las pérdidas tendrán que ser asumidas también por los acreedores públicos, es decir, por los países de la zona euro que aportaron dinero para el rescate de Grecia así como por el BCE, que aún acumula en su balance cerca de 50.000 millones de euros en bonos griegos.
Ante tal perspectiva, la UE sigue negociando con Atenas la posibilidad de retrasar otros dos años el cumplimiento de los objetivos fiscales exigidos en el segundo plan de rescate -cuyo importe asciende a 130.000 millones de euros-, tal y como ha solicitado el Gobierno de Atenas.
Las 'negras' previsiones del FMI
Los siguientes gráficos resumen la mala perspectiva que otorga el FMI a la economía griega: su PIB no registrará crecimiento hasta 2015; la tasa de paro no caerá del 20% hasta 2016; y su deuda pública se mantendrá muy alejada del objetivo del 120% previsto para 2020.
Los ministros de Finanzas de la eurozona afirmaron esta semana que Grecia tiene hasta el 18 de octubre, fecha de la cumbre europea, para demostrar su compromiso con las reformas a cambio de seguir recibiendo ayuda de sus socios internacionales. Así lo dijo el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en rueda de prensa tras la reunión del Eurogrupo celebrada el lunes: "Subrayamos que antes de que se dé el próximo desembolso (del rescate financiero), Grecia tiene que demostrar claramente y de manera creíble un compromiso fuerte con la completa implementación del programa [...] Las 89 acciones prioritarias acordadas tienen que ser implementadas para el 18 de octubre, como muy tarde".
El Eurogrupo alentó a Grecia y a la troika a finalizar las negociaciones y a acordar un paquete "creíble de medidas" para cerrar la brecha fiscal de 2013-2014. Los socios de la moneda única instaron a Grecia a acordar con la troika las condiciones que implicarán este segundo desembolso y la continuidad del segundo rescate, incluido un "paquete sólido de medidas en materia de reformas estructurales, las privatizaciones, el sector financiero y estabilización" financiera.
Por su parte, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, destacó el progreso realizado por Grecia hasta el momento, pero advirtió de que es necesario "que se haga más en todo los frentes", incluyendo reformas estructurales, políticas fiscales y el sector financiero. Así pues, la permanencia de Grecia en la zona euro sigue en el aire.