La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) considera "arriesgada" la "peligrosa dependencia" que se crea entre la deuda soberana y las instituciones financieras cuando la banca se convierte en el principal inversor de deuda pública.
Así lo señala Funcas en el último número de Cuadernos de Información Económica titulado 'Incertidumbre y débil pulso económico', donde dedica un capítulo a la evolución del mercado de deuda pública español.
Funcas no recoge los últimos datos del Tesoro, que ponen de manifiesto que las entidades financieras ya se han convertido en el principal inversor en deuda pública española después de que los extranjeros hayan retirado 89.603 millones en los ocho primeros meses del año.
Sin embargo, sí asegura que el porcentaje de tenencias de deuda en manos de no residentes ha caído casi 19 puntos desde el 50,1% registrado en la primavera de 2007 hasta el 31,1% anotado en marzo de este año.
Además, afirma que este porcentaje no refleja con total fidelidad la deuda en manos de extranjeros, ya que no está depurado de las tenencias en manos del Banco Central Europeo (BCE) y de otros bancos centrales fuera de la UEM.
De hecho, si se asume que el Eurosistema ha invertido cerca de 40.000 millones en deuda española dentro de los 215.000 millones que ha destinado a la compra de deuda soberana, la cifra anterior se quedaría cerca del 25%.
Además y dada la situación actual, cree que los inversores extranjeros seguirán manteniéndose al margen del mercado de deuda de agentes soberanos periféricos, como España.
Según la fundación, los 177.000 millones que ha aumentado el saldo de deuda desde septiembre de 2009 (de 432.000 millones a 609.000 millones) han sido íntegramente asumidos por inversores nacionales.
El contrapeso doméstico a la caída de inversores foráneos ha estado dominado por el sector bancario, seguido de la industria aseguradora y los fondos de inversión y pensiones, quedando en un segundo plano las familias, empresas no financieras y las administraciones públicas.
La banca, un papel "determinante"
De hecho, Funcas cree que el sector financiero español ha tenido un papel "determinante" a la hora de compensar la caída de los inversores extranjeros, en especial en los últimos 12-18 meses. Así, el aumento de sus carteras de deuda se ha elevado en 60% desde los inicios de 2010, hasta alcanzar cerca de 240.000 millones en la actualidad.
Funcas cree que la reducción de la deuda en manos de no residentes ha sido común a todos los tesoros nacionales de la UEM, aunque ha sido "mucho más intenso" en los países más afectados por la crisis desde su comienzo y, especialmente, en los que han sido objeto de rescate financiero.
Motivos de la fuga de inversores
Detrás de la "brusca reducción" de la inversión extranjera, Funcas ve una elevada incertidumbre sobre la sostenibilidad de la deuda de varios países miembros, la posibilidad de asistir a una reestructuración de la deuda en varios países y la existencia de una "muy reducida, pero ya no nula" probabilidad de cambios en la configuración del área euro.
Además, el aumento de la probabilidad de que se produzcan episodios de quiebra o de quitas a través de reestructuraciones de la deuda voluntarias o impuestas y la subordinación que suponen los paquetes de ayuda y las compras directas de deuda del BCE también explican el retraimiento de los inversores no residentes.
A su parecer, es "difícil" que la confianza de los inversores retorne sin la solución a los problemas de arquitectura institucional europea y sin la recuperación del crecimiento en las economías más afectadas por la crisis. "Este punto es esencial para que los mercados de deuda pública retomen la normalidad", señala, tras considerar que la clave está en la capacidad de generar riqueza para pagar las deudas y disipar toda duda sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas.