La canciller alemana, Angela Merkel, viaja hoy a Atenas para ofrecer su apoyo al Gobierno del conservador Andonis Samarás y su nuevo programa de medidas de austeridad en medio de una gran tensión social y con varias protestas convocadas.
Merkel tiene previsto aterrizar en la capital griega a las 10:30 GMT, donde será recibida por Samarás y juntos se desplazarán a la oficina de trabajo del primer ministro donde mantendrán una reunión a partir de las 11:15 GMT, al final de la cual habrá declaraciones a la prensa.
Tras una comida en su honor, la líder germana se entrevistará con el presidente de la República, Karolos Papulias (13:45 GMT), y después (14:30 GMT) mantendrá un encuentro con miembros del empresariado griego y alemán.
De acuerdo al diario Kathimerini, Samarás pretende recibir de Merkel el apoyo a su programa de reformas, pero también algún tipo de gesto a favor de suavizar algunas de las medidas de austeridad que negocia con la troika -Comunidad Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-.
El trío de representantes de los prestamistas internacionales (CE, BCE y FMI) ha presentado objeciones al programa de ahorro por valor de 13.500 millones de euros, por lo que las autoridades griegas deberán seguir negociando a fin de obtener el visto bueno de la troika y, así, a que los socios europeos accedan a otorgar un nuevo tramo del préstamo acordado la pasada primavera.
Máximas medidas de seguridad
Pero Merkel, a cuyo Gobierno muchos griegos ven como los verdaderos impulsores de las medidas de austeridad, no será bien recibida en Atenas. Los principales sindicatos han convocado un paro de tres horas y una gran manifestación frente al Parlamento a las 10:00 GMT.
Para evitar percances, la Policía ha decretado la "prohibición de reunión pública" en una extenso área del centro de Atenas, aunque sí se permitirá la manifestación de los sindicatos, así como otra convocada por el Partido Comunista, pero no otra convocada por un partido nacionalista frente a la embajada de Alemania.
También se ha decretado el cierre en seis céntricas estaciones de metro, para dificultar el acceso de los manifestantes al centro de la ciudad, y el resto del transporte no funcionará durante varias horas en torno al mediodía.
Además, serán desplegados más de 6.000 agentes de Policía y francotiradores de las unidades especiales vigilarán el recorrido de Merkel.