El partido se vuelve a jugar en Europa y el momento es decisivo, asegura el Gobierno. Aunque sin la presión de una prima de riesgo disparada -si bien es muy alta, nada tiene que ver con las cifras padecidas hasta los meses de verano-, el presidente asegura ante los suyos que está "muy preocupado" porque la maquinaria comunitaria no sólo no avanza, sino que retrocede. Y todo a las puertas de un Consejo Europeo, el de dentro de dos semanas, que debería de aportar un calendario concreto para diseñar tanto una integración fiscal como una unión bancaria y política para todos.
Fuentes del Ejecutivo destacan que todo podría acabar derrumbándose, cual castillo de naipes, si no existe "un compromiso claro" de todos los países de la UE de que el euro "es irreversible". Y la misiva de los países de la triple A –Alemania, Finlandia y Holanda- poniendo en duda lo acordado en junio es una "bomba de relojería", en voz de un alto cargo del PP. "Lo que pedimos es que Angela Merkel cumpla su palabra, porque los jefes de Estado y de Gobierno firmaron en el último Consejo que se avanzaría" en las líneas económicas planteadas por Rajoy.
El presidente ha añadido a sus mensajes públicos para presionar a Berlín una fotografía potente: la de los países mediterráneos de la UE pidiendo que se cumpla con lo acordado. Y también un documento: todos juntos por más Europa. La jugada no es nueva. España ya se alió con Italia y Francia para forzar a Alemania en junio. Ahora también se une Portugal, que acaba de pedir a sus ciudadanos que afronten una subida durísima de impuestos. Según el Ejecutivo, "hablar de rescate es una tontería si lo que firma un presidente no tiene validez".
Desde Malta, donde se ha reunido con sus homólogos italiano, francés y portugués en el marco del Foro 5+5, Rajoy fue muy franco al afirmar, sobre Bruselas, que "queremos que cuando tome decisiones las cumpla y lo haga ya". Una idea compartida por el resto de la mesa negociadora, en un claro ataque a los postulados del bloque norte. El presidente se centró en el supervisor bancario, también puesto en cuarentena por Berlín: según los papeles de la Comisión debería de comenzar a funcionar en enero y tendría que recapitalizar de forma directa a los bancos. "Es factible si hay voluntad", enfatizó en un receso de la cumbre.
A pesar de que públicamente se ha rechazado una "política de frentes" -"en absoluto, sería un disparate" en palabras de Rajoy-, la Moncloa sí admite que se está tensando la cuerda porque "estamos hablando de las cosas de comer y ya estaban pactadas". "Europa no se puede parar. Lo que queremos es más Europa y que Europa avance", resumió el jefe del Ejecutivo en coincidencia con el resto de naciones mediterráneas.
Sobre el rescate, el presidente mantuvo la incógnita. También lo hizo, tras el Consejo de Ministros, Soraya Sáenz de Santamaría. Un mes después de que el Banco Central Europeo abriera la ventanilla, el Ejecutivo dice que sigue sin tener la información necesaria para tomar una decisión. Si se pide, se busca que Italia vaya de la mano. Pero, de momento, el presidente está más preocupado porque el Consejo de octubre no acabe en nada y los mercados se tiñan de rojo.