El informe de Oliver Wyman ha revelado que el Banco Popular, una de las grandes entidades españolas, necesita 3.223 millones de euros para hacer frente al peor de los escenarios posibles, una cifra que supera las previsiones de los analistas pero que la entidad se ha comprometido hoy a lograr sin ayudas públicas.
A pesar de todo, el banco que preside Ángel Ron ha insistido en que será capaz de evitar recibir ayudas públicas, y anuncia que en breve dará a conocer un plan de negocio para captar los recursos que necesita. En un comunicado, el Banco Popular reitera que tiene "capacidad suficiente" para cubrir sus necesidades con sus propios recursos, al tiempo que recuerda que su política ha sido "siempre la de no solicitar ayudas públicas y sí generar los recursos necesarios a través de la retención de beneficios y la aportación de capital de sus accionistas".
Esta política, prosigue el banco, se mantiene sin cambios y se "descarta" recurrir a inyecciones de capital público "en ningún caso", dada su capacidad de generación de ingresos y su elevado ratio de eficiencia, del 38 %. Siendo como es una de las cinco entidades financieras españolas consideradas "sistémicas", logró superar el objetivo impuesto por Bruselas de capital principal del 9 % -alcanzó el 10,3 %- sin ayudas públicas gracias a que consiguió reforzarlo en 2.500 millones de euros. Esto se logró, explica el banco, mediante distintas operaciones, entre ellas el canje de participaciones preferentes de inversores minoristas por bonos convertibles por un importe de 1.109 millones de euros.
Asimismo, el Popular señala que en los seis primeros meses de este año ha obtenido 1.178 millones de euros de margen de explotación antes de provisiones. Si se extrapolan estos resultados al período 2012-2014, el banco puede lograr 7.068 millones de euros para disponer de ellos en cualquier escenario, por adverso que este fuera.