El Consejo de Ministros ha aprobado un plan de incentivos a la compra de automóviles, denominado PIVE (Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente), que entrará en vigor con efectos inmediatos el próximo lunes 1 de octubre.
El Plan contempla una ayuda total de 2.000 euros -mil aportados por el Ejecutivo y los otros mil por las marcas- para la adquisición de un automóvil catalogado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) con las etiquetas A ó B de eficiencia energética (con emisiones de CO2 de menos de 160 gramos por kilómetro), con un precio máximo de 25.000 euros antes de IVA.
También podrán beneficiarse de las ayudas los vehículos eléctricos, híbridos o híbridos enchufables o que usen combustible alternativo. En el caso de los eléctricos, híbridos enchufables y de autonomía extendida se elimina el tope de precio de 25.000 euros para poder acogerse al incentivo.
A cambio el automovilista tendrá que entregar para el achatarramiento un turismo con una antigüedad de más de doce años, o bien un vehículo comercial ligero (furgonetas) con una antigüedad de más de diez años.
75 millones de presupuesto
El plan contará con una dotación presupuestaria de 75 millones de euros con cargo al IDAE, y, tras su inmediata entrada en vigor, se aplicará hasta la extinción de este presupuesto o hasta el 31 de marzo de 2013.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, destacó que el plan permitirá retirar 75.000 vehículos antiguos con altos consumos y emisiones, así como ahorrar 26 millones de litros de carburante, 160.000 barriles de petróleo, 35.000 toneladas de CO2 y, en términos económicos, 16 millones de euros.
Sáenz de Santamaría subrayó que el plan se enmarca en las actuaciones de eficiencia energética del Ministerio de Industria a través del IDAE, y tiene como objetivos favorecer el ahorro, dinamizar el sector del automóvil y retirar vehículos antiguos "con muchos años de circulación para mejorar el parque móvil español".