Sigue la polémica en torno al déficit público real de las cuentas griegas. Los inspectores de la troika -Comisión Europea, BCE y FMI- ultiman su informe sobre el cumplimiento de las exigencias presupuestarias y reformas que impone el segundo rescate heleno. La prensa alemana informaba esta semana de que el agujero fiscal de Atenas podría ascender a 20.000 millones de euros, casi el doble de lo previsto inicialmente (13.500 millones).
Esta cuantía fue inmediatamente desmentida por las autoridades griegas. "Esa cifra nunca ha estado encima de la mesa", explicaba a Efe una portavoz del Ministerio de Finanzas heleno, que insistía en señalar que el agujero a cubrir seguía siendo de 13.500 millones de euros. "De ellos, 11.500 millones se ahorrarán a través de recortes y los restantes 2.000 a través de la lucha contra la evasión fiscal y la reforma financiera", añadía.
Sin embargo, el descuadre podría ser incluso muy superior. En concreto, 30.000 millones de euros, casi el triple de las estimaciones iniciales, según informan nuevamente este martes diversos diarios alemanes. El informe inicial de la troika señala que Grecia no podrá cumplir con los objetivos que marca el segundo rescate, según fuentes de Bruselas: Atenas no será capaz, previsiblemente, de financiar sus presupuestos en 2015 sin ayuda suplementaria ni de refinanciar su deuda completamente en los mercados financieros a partir de 2020.
De confirmarse, tan sólo caben tres opciones: o bien exigir al Gobierno griego un programa de ajustes fiscales mucho más duro del previsto hasta ahora; aplicar una segunda ronda de quitas sobre la deuda helena; o bien la salida del euro.
Según los diplomáticos de la UE, Grecia necesitaría "al menos dos años más" para recuperarse y llegar a cumplir sus compromisos para el rescate, con lo que se pone en duda el pago del próximo plazo de ayudas de la UE y el FMI por valor de 130.000 millones de euros y la permanencia del país en la zona del euro.
El abono de ese dinero está condicionado a que Grecia cumpla sus compromisos hasta el punto de que a partir de 2020 sea capaz de financiarse sin ayudas, de lo contrario el FMI suspenderá los pagos obligado por sus estatutos. En ese caso serán los socios de la UE los que deberán asumir en solitario la responsabilidad del rescate de Grecia, cuyo Gobierno ha reiterado que necesita más tiempo para cumplir con las exigencias que se le han planteado.
Fuentes del Banco Central Europeo (BCE), por su parte, señalan que el agujero financiero griego tiene su origen en que el país se apuntó al segundo paquete de rescate lastrado ya por un déficit de más de 10.000 millones de euros. A ello hay que añadir que Atenas no ha aplicado varias medidas previstas como la reforma de su sistema fiscal o la venta de patrimonio, mientras el Gobierno de Andonis Samaras pide tiempo para cumplir con sus obligaciones por el temor a un mayor aumento del desempleo.
Actualmente, la troika y Grecia negocian una nueva ronda de recortes que debería ser presentada en la reunión del Eurogrupo del próximo 8 de octubre y ratificada en la cumbre europea del 18 del mismo mes.